Con este paquete de medidas restrictivas, las autoridades buscan evitar retiros masivos y por ende una caída en cascada de los bancos griegos.
ATENAS. Grecia reabrirá sus bancos el lunes y facilitará un poco los retiros de efectivo y las compras con tarjetas de crédito, según un decreto publicado el sábado, tras la remodelación del gobierno, en plena carrera de obstáculos para evitar una salida de la zona euro. Desde hace tres semanas, los griegos pueden retirar un máximo de 60 euros por día.
Pero, a partir del lunes, podrán retirar en una sola vez hasta 420 euros, es decir el acumulativo semanal del límite diario de 60 euros. Así, por ejemplo, una persona podrá retirar 200 euros un día, pero sus retiros para el resto de la semana no podrán superar los 220 euros. Además, los griegos podrán utilizar nuevamente sus tarjetas de crédito en el extranjero.
Asimismo, se podrán realizar transferencias de hasta 5.000 euros por trimestre para los jóvenes que estudian en el extranjero y los griegos que reciben tratamiento médico fuera del país podrán sacar del país 2.000 euros. Pero, para lo demás, los controles de capital seguirán en pie.
Con este paquete de medidas restrictivas, las autoridades buscan evitar retiros masivos y por ende una caída en cascada de los bancos griegos.
Este es el primer decreto que se publica desde la remodelación del gobierno. Los nuevos ministros prestaron juramento este sábado después de que Alexis Tsipras apartara a los que se opusieron a las reformas exigidas por los acreedores.
Con esta decisión, el primer ministro, en el poder desde hace apenas seis meses, quiso imponer su autoridad, tras una votación en la que varios tenores de su partido, Syriza, rechazaron las reformas exigidas por los acreedores para el tercer rescate.
Sin embargo, según varios analistas, esta remodelación superficial no bastará para evitar que se celebren elecciones legislativas anticipadas, posiblemente este otoño (boreal). Yanis Varoufakis, quien dimitió de su cargo de ministro de Finanzas a principios de julio, se ha convertido ahora en el portavoz de los rebeldes. Varoufakis declaró el sábado a la BBC que el nuevo plan de rescate financiero para Grecia, que aún no está terminado, era «ya un fracaso».
La disposición del primer ministro de distanciarse del ala más radical de su partido y el voto positivo del parlamento griego han contribuido a restaurar una calma, aunque precaria, con los socios europeos y los acreedores, pero sin garantía de una supervivencia financiera a largo plazo.