A partir del año 2009 y hasta el 2012, tendrán lugar numerosos actos conmemorativos del V Centenario de la erección de la Catedral de Santo Domingo, basada en la bula ROMANUS PONTIFEX de Julio II, de agosto de 1511. En el párrafo segundo de este documento se señala que: “…erigimos e instituimos las Iglesias Catedrales en dicha isla, es a saber: la Metropolitana Yaguatense, la Bayonense y la Magüense…”.

Los bienes acumulados durante cinco siglos por la Catedral Primada de las Indias son parte integral del patrimonio cultural del pueblo dominicano.

La jerarquía desea que la misma sea conocida. Toda sede  obispal es por sí misma un museo cuya interpretación para fines educativos y turísticos requiere de un mecanismo de comunicación, un proceso cuyas técnicas  nos conducen por determinados caminos en los que campean el arte de la catalogación; la disciplina de la conservación y sus procedimientos; y la exposición de las colecciones, recreando ámbitos desaparecidos y reinterpretando situaciones de carácter histórico.

Ya antes el tema del “nuevo museo” había sido objeto de dos ensayos. El primero bajo la firma responsable de Myrna Guerrero, secretaria de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA) titulado Riqueza Museográfica de Catedral Primada, (publicado en la sección Areíto del periódico Hoy, el 5 de julio de 2008). 

El segundo, escrito por el arquitecto Omar Rancier, presidente del Capítulo Dominicano de Consejo Internacional de Museos (ICOMOS), titulado El polígono Catedral y el Plan OISOE-Arzobispado, (publicado en la sección Opinión del periódico Hoy, el 21 de septiembre de 2008).

Ambos documentos están dirigidos a sustentar el “nuevo museo” de la Catedral Metropolitana, que nace con el propósito de acoger las colecciones acumuladas, particularmente pinturas y esculturas religiosas, muchas de las cuales no tienen cabida en el ámbito espacial de la Basílica.