Hace siete años, un Nissan recién llegado al mercado de los todo-camino, iniciaba a comercializar un impronunciable modelo de nombre Qashqai.

El éxito comercial del auto cogió por sorpresa a los de Nissan, que tuvieron que aumentar la producción a más del doble de las predicciones iniciales.

Así, no es de extrañar que la presentación de la segunda generación del Qashqai haya suscitado tanta expectativas.

El nuevo Qashqai no sólo cambia en sus formas externas, sino mejora también en materia de seguridad, comodidad de uso y comportamiento dinámico. Además, con un precio inicial de US $28.900 dólares mantiene prácticamente el mismo costo de la generación anterior.

Mayor calidad

El gran aporte en calidad, seguridad y dinamismo son las granes bazas de la nueva Qashqai. Con 4.377 mm. de largo, 1.806 de ancho y 1.595 de alto, el modelo es más largo, ancho y bajo que la anterior generación, reforzando así un carácter visual más atractivo.

El estilo visual se ha radicalizado ganando en personalidad, con un frontal en forma de V y faros muy rasgados, la cara recalca determinados aspectos visuales inspirado a otros modelos Nissan.

Por dentro es forrado en piel y el puesto de conducción es muy cómodo, pues el asiento ofrece buena regulación, lo mismo que ocurre con el volante.

Además ofrece un equipamiento que apuesta a un importante abanico de sistemas de asistencia a la conducción y mucha tecnología. Como plus adopta un cristal panorámico que ocupa prácticamente el techo entero. Para finalizar, en seguridad cuenta con 8 airbags, frenos ABS con EBD, control de Angulo muerto, control de tracción, sistema de anticolisión frontal y aviso de cambio de carril entre otros. Los aros son de aluminio y los neumáticos miden 225/45 R19.

Mecánica

Como propulsor el nuevo Qashqai adopta el mismo de la anterior generación, es decir, un cuatro cilindros dos litros de 142 caballos con tracción delantera.

Debido a una buena relación peso-potencia el andar del Qashqai es suave y agradable, el consumo de combustible lo encuadra entre los autos económicos. La transmisión es una automática X-Tronic de variación continua, toda un prodigio de funcionalidad. La suspensión es independiente McPherson en el tren delantero y multibrazo atrás.

Opinión

El nuevo Qashqai me gustó por su buena sensación de solidez. Al volante, en todo momento, se nota ágil y preciso. Por carreteras la suspensión contribuye a potenciar la confianza, pues sin ser excesivamente firme aporta mucha eficacia sin perder confort y dinamismo.

Al pisar el acelerador a fondo en caminos agrestes, está claro que el tren delantero tiende a apuntar la nariz, pero aun así el límite de estabilidad es tan elevado que casi no hay cambios de trayectoria. Todos esos preámbulos para intentar explicar la plasmación de auto perfecto del Qashqai, y es que ese modelo lo ha logrado.