BERLIN (AFP).- El ex director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el demócratacristiano Horst Koehler, fue elegido este domingo noveno presidente federal de Alemania por la Asamblea Federal reunida en Berlín, en la que la oposición al socialdemócrata Gerhard Schroeder era mayoritaria.

La elección de Koehler, dos años antes de las elecciones parlamentarias federales, es vista por los responsables de las Uniones Cristianas (CDU/CSU) y del Partido Liberal (FDP) como una señal de un inminente cambio político en Alemania.

No obstante, el ex ministro de Finanzas durante el gobierno del canciller conservador Helmut Kohl sólo consiguió 604 delegados (uno más del mínimo necesario para tener la mayoría absoluta), sobre un total de 1.204 votos emitidos por la Asamblea. De manera que no obtuvo todos los votos de los de su campo, que cuenta con una mayoría de 19 votos sobre la mayoría absoluta.

Su rival, la candidata de los socialdemócratas (SPD) y los verdes del canciller Schroeder, la universitaria Gesine Schwan, recibió 589 votos. Nueve abstenciones y dos votos nulos fueron escrutados.

Horst Koehler, de 61 años, que había renunciado a la dirección del FMI para ser candidato a la presidencia alemana, reemplazará a finales de junio al socialdemócrata Johannes Rau, de 73 años, para un mandato de cinco años (renovable una vez).

En su primer discurso público como presidente federal electo, Koehler instó a una mayor apertura de los mercados en Alemania y los países industrializados a los países en desarrollo, para que la globalización sea provechosa también «para los pobres de este mundo».

«Quiero ser el presidente de todos los alemanes y de toda la gente que vive aquí», subrayó Koehler, hasta hace poco desconocido para el público alemán.

El presidente del SPD, Franz Muentefering, fue conciliador y predijo «un mandato fructuoso» al presidente electo. Hace cuatro años, fue Gerhard Schroeder en persona el que lo propuso para la dirección del FMI.

En su discurso de investidura, Koehler no se privó de enviar algunas flechas al Gobierno, estimando que una «profunda renovación de nuestro país es necesaria y se hace esperar», de lo contrario, afirmó, este país «corre peligro de perder influencia en el mundo».

«Como economista de formación, no les escondo que me preocupa el estado de la economía alemana, del empleo y el seguro social», agregó antes de lanzar un llamado a su país a mostrar «coraje y creatividad» y a crear condiciones sociales «más favorables a la familia y los niños».

«Tenemos que trabajar ya en pos de la amistad entre las generaciones» y en «fortalecer la libertad», concluyó el presidente alemán electo.