Nuevo presidente de Paraguay logra superar expectativas 

Nuevo presidente de Paraguay logra superar expectativas 

ASUNCION. AP. Tras la súbita destitución del presidente Fernando Lugo, muchos daban por sentado que su sucesor el vicepresidente Federico Franco no duraría mucho en el poder. Pero en estas cinco semanas, Franco ha sorprendido a todos con su capacidad de gobernar.  

Franco, cardiólogo de profesión, ha acumulado logros que han eludido a gobiernos anteriores, como acelerar los procesos para la reforma agraria y en la aprobación de un impuesto al ingreso personal. Han llovido críticas por la forma en que Lugo fue destituido, pero no ha habido sanciones económicas ni pérdidas significativas para el comercio, aunque Paraguay ha sido suspendido de algunos foros regionales.  

A decir verdad, Franco se ha beneficiado del apoyo de algunos legisladores que votaron casi unánimemente a favor de destituir a Lugo, y que tienen los ojos puestos en las elecciones presidenciales del año entrante. Pero el mandatario, de 50 años de edad, está publicitando los logros de su gobierno y prometiendo más medidas en los 13 meses que le quedan en el poder.  

“La mayor alegría que quisiera llevar a mi hogar es haber comenzado a inaugurar un país serio y predecible” comentó Franco en una entrevista reciente con la televisión.  

En particular, Franco destacó el logro de acelerar los procesos de titulación de tierras para avanzar con la anhelada reforma agraria, una promesa antigua que el gobierno de Lugo no pudo cumplir. Se cree que ese fracaso, junto con la violencia que acompañó a protestas de campesinos, le costó a Lugo su apoyo popular y allanó el camino para su salida.  

“En un periodo de 15 días, entregamos títulos a 74 personas. ¿Sabe cuántos se entregó en estos seis meses? Se entregó a tres personas. Eso quiere decir que acá existe la voluntad, la decisión de poder solucionar el problema de la tierra”.  

Hugo Saguier Guanes, presidente del Foro de Análisis Estratégico Nacional e Internacional, expresó que al menos Franco está estabilizando a este país tras varias semanas de turbulencia, tanto antes como después del juicio político del 22 de junio que destituyó a Lugo.  

“El quiere dejar bien parado su nombre, tratar de llevar adelante un proyecto país, para que el nuevo que venga pueda encontrar un país organizado”, comentó Saguier. “La gente ahora trabaja con más seguridad tanto en la parte publica como privada”.  

Los partidarios de Lugo, sin embargo, siguen siendo un obstáculo para Franco, y han prometido continuar resistiendo a su gobierno. Acusan a Franco de haber ascendido al poder mediante artimañas, aun cuando ambos líderes fueron elegidos como compañeros de fórmula en el 2008.  

Los dos hombres habían encabezado una coalición formada por izquierdistas partidarios de Lugo y los liberales de centroderecha, para derrotar al Partido Colorado que llevaba 61 años en el poder. Pero la relación fue tensa desde el comienzo. El presidente solía excluir a su vicepresidente de la toma de decisiones.  

“El me ha ignorado”, se quejó Franco antes del juicio político a Lugo. Unas 3.000 personas protestaron frente al Congreso durante la ceremonia de juramento de Franco, apenas minutos después de la votación para destituir a Lugo.  

Franco “siempre estuvo conspirando y siempre jugó un papel de opositor aún siendo parte del gobierno, buscando siempre confrontar al presidente Lugo”, opinó el senador Carlos Filizzola, miembro de un partido socialista más pequeño y uno de los cuatro senadores que votaron a favor de exonerar a Lugo.  

Franco inició su carrera política cuando todavía estudiaba medicina pero desde hace tiempo ansiaba ser presidente. Fue miembro del consejo municipal, alcalde y luego gobernador. Este año se postuló para ser el candidato presidencial de su partido pero quedó en tercer lugar.  

Ahora ha llegado a la cima, aunque probablemente su carrera política termine más rápidamente de lo que hubiese deseado.  

En Paraguay no hay reelección del presidente, por lo que Franco deberá entregar el poder después de las elecciones del 2013 y no podrá volver a postularse a la presidencia.  

“Nadie puede decir que nosotros hemos pedido estar en este lugar”, dijo la esposa de Franco, la senadora Emilia Alfaro. “A mí me dolió mucho, estuve diciéndole, llorando, que el perdía una carrera tan importante de político, ya no podía candidatarse después ni a senador ni a presidente, y yo le preguntaba si él estaba seguro”.  

De vestir elegante y hablar cauto, el presidente Franco se colocó en el medio de una controversia internacional, aunque siempre insistió en su legitimidad como presidente.  

Ahora, intenta demostrar que sus adversarios estaban equivocados, trabajando 15 horas por día y eliminando casi todas las actividades rutinarias de su vida privada a excepción de asistir a misa.  

 Franco ya logró que el Senado aprobara un impuesto de 10% para la gente que gane más de cuatro mil dólares al mes, lo que equivale a un ingreso sustancial en este país mayormente agrario. Paraguay era el único país en la región que no tenía ese impuesto.  

El Senado también ha aprobado un préstamo de 125 millones de dólares del Banco Interamericano para construir un sistema de transporte rápido en Asunción. La cámara baja probablemente aprobará ese préstamo próximamente, aunque durante el gobierno de Lugo lo rechazó.  

El gobierno de Franco ha indicado que iniciará negociaciones con la multinacional canadiense Rio Tinto Alcan para un proyecto de producción de aluminio que no se concretó durante la gestión de Lugo. Se estima que el proyecto implicará una inversión de tres mil 500 millones de dólares en Paraguay.  

Franco también ha prometido enfrentar la situación en la anárquica región norte del país, donde un grupo guerrillero llamado Ejército del Pueblo Paraguayo ha secuestrado civiles, matado a un policía y ha atacado granjas y sedes policiales.  

Sin embargo, hay una decisión de Franco que ha despertado controversia: había prometido poner fin a la práctica de dar cargos a familiares y amigos, pero poco después designó a su cuñada Mirtha Vergara de Franco como asesora de la represa hidroeléctrica de Itaipú.  

Vergara de Franco, ex senadora y exembajadora en Uruguay, gana 13 mil 330 dólares al mes, 36 veces el salario mínimo de Paraguay, de 370 dólares, y más de tres veces el salario presidencial.  

Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa sobre su cuñada, Franco dijo que sería el “único caso de un familiar designado”. Su hijo Federico, de 29 años, que es miembro de un concejo municipal, actúa como su mano derecha, pero no tiene un cargo oficial en el gobierno.  

Franco dice que las críticas al proceso político que lo llevó a la presidencia están equivocadas.  

“Rechazo categóricamente” las acusaciones de que el proceso no fue democrático y asevera que todo se hizo respetando las leyes. Asegura que se ha ganado la total aceptación del público paraguayo y que el ambiente político en el país es el mejor de los años recientes.  

Filizzola, sin embargo, dice que los partidarios de Lugo seguirán tratando de restaurar en el poder al presidente destituido. Han presentado sus quejas ante la Corte Suprema alegando que el juicio político fue inconstitucional.  

Los países vecinos se han negado a reconocer al nuevo gobierno pues consideran que es fruto de un “golpe institucional”, y Paraguay fue suspendido tanto del Mercosur como de Unasur.  

Sin embargo, no se le han aplicado sanciones al país, y Franco bromeó que al ser suspendido de los grupos regionales, Paraguay se beneficiaba pues ya no tenía que gastar dinero en viajes para asistir a las reuniones.  

El senador Efraín Alegre, quien podría ser el próximo candidato presidencial del Partido Liberal, cree que Franco podría ayudar al partido a ganar esas elecciones.  

“Se ha ganado un gran prestigio a lo largo de su carrera, tiene una destacada militancia y gestión en distintos estamentos públicos. No es mucho tiempo el que tiene, pero tengo confianza en que su gestión será exitosa”, dijo Alegre.

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