Alrededor del 10% de la población del país puede padecer de aneurisma cerebral, una enfermedad que es responsable de que 900,000 dominicanos estén en peligro de un accidente cerebrovascular, reveló el doctor Luis Eduardo Suazo, neurocirujano endovascular.

Para optimizar los procedimientos y lograr que el paciente tenga una mayor calidad en su tratamiento, unos 35 dominicanos han sido embolizados usando el primer dispositivo o coils creado por la Johnsons and Johnsons, informó el único neurocirujano endocascular que tiene la República Dominicana.

Se estima que el 15 por ciento de los pacientes que sufren de aneurismas, si sangran, no llegan vivos a las emergencias de los centros de salud, precisó el especialista.

Las mujeres de 40 a 50 años son las que mayores probabilidades tienen de sufrir una obstrucción o embolia cerebral, pero rondando los 60 años de edad, vuelve la estabilidad.

«El 50 por ciento de los pacientes que rompen los aneurismas y tienen sangrados, van a fallecer en los primeros 30 días», manifestó Suazo, quien llamó a los dominicanos a chequearse su salud con regularidad, porque la prevención es fundamental.

Los procedimientos fueron realizados durante un año en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT).

Tal es la calidad del procedimiento y del dispositivo que las estadísticas registran cero por ciento de mortalidad, en los casos de los procedimientos realizados en el centro especializado.

De los 35 procedimientos, la mayoría de esos pacientes tenían un aneurisma o malformación cerebral. La importancia de este procedimiento usando el referido dispositivo es la optimización del equipo en beneficio del paciente, porque los resultados serán de mucho mayor calidad.

Por lo general, después que un aneurisma sangra, es necesario esperar unos 20 días para dar tratamiento, dada su agresividad, pero los coils permiten una rápida embolización.

Los Orbit es el nombre del dispositivo fabricado por la Johnsons & Johnsons y que han contribuido con la mejoría en la calidad de vida de quienes han sobrevivido a un derrame cerebral, luego de una embolización.

Los accidentes cerebro vasculares son una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Se les conoce con diferentes nombres.

La enfermedad ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es obstruido por un coágulo o una partícula, pero debido a esa ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre que necesita.

Las explicaciones fueron ofrecidas por Suazo, quien trabaja para CEDIMAT y realizó las embolizaciones, con apoyo de los dispositivos fabricados por Johnsons & Johnsons.

«Como consecuencia, las células nerviosas del área del cerebro afectadas no reciben oxígeno, no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos».

Los aneurismas son responsables de una gran mortalidad, pues en el país el sistema sanitario no tiene especialistas ni ese servicio forma parte de la cuota de servicios que se ofertan a la población.

Sin embargo, en el CEDIMAT, con apoyo de la Fundación Juan Manuel Taveras Rodríguez, se han realizado ya 14 jornadas, durante las cuales se han embolizado a 120 personas, pero el doctor Suazo, durante un año, lleva 35 casos resueltos sin mortalidad.

El Accidente Cerebro Vascular Isquémico se produce por la presencia de un coágulo que obstruye la arteria y eso impide que la sangre llegue a una determinada zona del cerebro, explicó el experto, quien resaltó que por lo general suele ser transitorio.

Sin embargo, existen los accidentes hemorrágicos, los cuales se producen por la ruptura de una arteria, debido a un traumatismo o una dilatación localizada en el vaso y que afecta al cerebro.

SÍNTOMAS INICIALES

Los síntomas iniciales de un accidente cerebro vascular son muy importantes, pero por lo general son tan fugaces que no se le da la importancia que requieren, pero si se le prestara la atención debida, se salvarían muchas vidas, precisa el especialista.

Las señales más comunes suelen ser, debilidades repentinas o insensibilidad de la cara, brazos, piernas, especialmente en un lado del cuerpo. Trastorno de sensibilidad, u hormigueo en la cara, confusión o pérdida repentina de la visión.

También puede presentarse dificultad para hablar, dolor de cabeza fuerte, dificultad para caminar y pérdida del balance.

Por lo general el especialista hace una evaluación clínica, recomienda una tomografía axial computarizada del cerebro, resonancia magnética y arteriografía carotídea.