Hoy 
Nueva York (EFE).- El precio del crudo de Texas superó hoy los 51 dólares en Nueva York y llegó a 51,30 dólares por barril, lo que supone un nuevo récord en los 21 años que lleva cotizando en este mercado.
El precio de los contratos para noviembre del Petróleo Intermedio de Texas se incrementaba en 1,39 dólares faltando apenas media hora para concluir la sesión en el mercado neoyorquino.
El mercado mostró hoy una fuerte tendencia al alza desde el inició de la jornada, debido a expectativas sobre un posible descenso en las reservas almacenadas de productos destilados, incluido el gasóleo de calefacción, en Estados Unidos.
El Departamento de Energía dará a conocer mañana los últimos datos sobre reservas de crudo, gasolina y productos destilados almacenadas en EEUU durante la pasada semana.
También informará acerca de la actividad y de la producción de las refinería, así como de lo relativo al flujo de importaciones.
El incremento en 1,5 millones de barriles diarios en los envíos de petróleo al mercado estadounidense contribuyó a que aumentaran en 3,4 millones de barriles las existencias durante la semana que finalizó el 24 de septiembre.
El dato aportó la pasada semana un alivio momentáneo a los operadores, pero no ha sido suficiente para rebajar la preocupación sobre el ajustado nivel de oferta frente a la elevada demanda.
El retraso en la recuperación del nivel habitual de producción en el golfo de México, después del paso destructor del huracán «Iván» por la zona hace tres semanas, ha añadido presión a los mercados e influye también en la inclinación alcista de los precios.
La producción de petróleo en esa región es aún inferior en 453.092 barriles, o en un 26,7 por ciento, a la habitual, de alrededor de 1,7 millones de barriles, según datos difundidos hoy por el Servicio Federal de Gestión de Minerales.
Desde el 11 de septiembre hasta hoy se han dejado de producir en ese área un total de 15,2 millones de barriles, que equivale a un 2,5 por ciento del registro anual, que se sitúa en torno a 605 millones de barriles.
Los operadores consideran que con ese escenario resultará difícil almacenar reservas suficientes de gasóleo de calefacción para atender al incremento en la demanda que se prevé a partir de ahora, cuando se aproxima la época invernal en Estados Unidos.
