Las damas, ataviadas con finos trajes de coctel, lucían clásicas y refinadas en aquel entorno de piedras. Con cada sorbo en la taza, ellas daban vida a una época de la historia.

Y es que el lugar donde estaban -el hotel Sofitel Nicolás de Ovando-, en el mismo corazón de la Cuidad Colonial, no inspiraba otra cosa.

Estaban allí, específicamente en el restaurante “La Residence”, como invitadas a la inauguración del Salón de Té del mencionado hotel, con la finalidad de que las personas de buen gusto, cada tarde, se deleiten con infusiones exóticas y fina pastelería europea.

El acogedor espacio permite a sus visitantes disfrutar de una variada gama de tés de diferentes confines del mundo, también cafés y chocolates con la elegancia que caracteriza a los tradicionales salones de té de París.

Según expresó durante la inauguración Jacques Serpollier, director general de Sofitel Nicolás de Ovando, allí será posible degustar tanto un té de Jazmín Mandarín, como un café Ristretto o simplemente un chocolate, siempre bien acompañado por deliciosos bocadillos.

“Esta sala se presta para el deleite de una buena lectura, conversar en forma amena con amigos o sencillamente disfrutar de la caída de la tarde en estos espacios interiores que conjugan el refinamiento de esta edificación majestuosa del siglo XVI, situada a la rivera del Ozama, donde solían dar su paseo vespertino las damas de la corte virreinal de Santo Domingo”, explicó el ejecutivo.

En tanto, Christophe Bergeron, director de Alimentos y Bebidas del establecimiento, quien se ha esmerado en la exploración por el exótico mundo del té ha seleccionado junto a Claude Fauntous, chef Ejecutivo, un menú exquisito y cosmopolita, característico de los grandes té del globo.

Finalmente, informaron que el lugar estará abierto de lunes a sábado, de cuatro a seis de la tarde.