QUITO (AFP).- El costarricense Miguel Angel Rodríguez, quien será elegido el lunes como nuevo secretario general de la OEA, se esforzará por recuperar la atención de Estados Unidos en América Latina, olvidada por Washington tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, según dijo en una entrevista con la AFP.

El ex presidente de Costa Rica, de 64 años, que cuenta con el apoyo de los 34 países miembros de la OEA para ser elegido, dijo también que la organización debe promover un «gran programa humanitario» de apoyo a Haití, el país más pobre del continente.

Rodríguez será el sucesor del colombiano César Gaviria, que ha dirigido la OEA durante 10 años. Está previsto que sea elegido oficialmente durante la Asamblea General de OEA, que comenzará este domingo en Quito.

El siguiente es un resumen de la entrevista:

– Desde los atentados del 11 de setiembre, Estados Unidos ha dejado de lado a Latinoamérica y se ha concentrado en Irak y Medio Oriente. )Cómo ha afectado eso a la OEA?

– Con EEUU hemos avanzado en temas de seguridad y de comercio, en la construcción no sólo del ALCA sino de acuerdo subregionales de comercio (…) No hay duda de que cuando EEUU está muy ocupado con otro tipo de cosas, puede dedicarle menos atención a los problemas de este hemisferio.

– Ha señalado que aprovechará el hecho de que la sede de la OEA se encuentra en Washington para intensificar su cabildeo en favor de América Latina en el Congreso estadounidense y en las agencias federales…

– Tengo vocación para eso. Lo he hecho en el pasado, tengo amigos en los dos lados del espectro político de EEUU. Tengo una gran confianza de que podamos recuperar un brío importante de todas las naciones de este continente para darle importancia a los temas hemisféricos.

– Dicen que el secretario general de la OEA tiene tanto éxito o fracaso como quieran los países miembro. )Cree que conseguirá el apoyo político que necesita para hacer avanzar a la organización?

– Creo que eso es cierto respecto a la OEA (…) Debo asumir plenamente mi responsabilidad y acepto claramente que debo ser juzgado por el éxito que tenga en mis funciones, sin poder esconderme en responsabilidad de los Estados.

[b]- )Cuál será su mayor desafío al frente de la OEA?[/b]

– Creo que lo más difícil es lograr acuerdo sobre las diferencias en detalles y puntos concretos. En mi país hay un dicho: «El diablo está en los detalles».

– Un ejemplo es Haití. La OEA ha mantenido silencio desde la partida del ex presidente Jean Bertrand Aristide el 29 de febrero, y no ha logrado acuerdo para aprobar una resolución al respecto.

– El tema de Haití hay que enfrentarlo como un gran reto moral para todas las naciones de este hemisferio. (…) Es la obligación de la organización promover un gran programa humanitario de apoyo a Haití, que no va a ser pequeño ni en tiempo ni en recursos (…) La Comunidad del Caribe (Caricom) ha hecho sugerencias importantes y valiosas desde meses atrás a la salida de Aristide que iban por una línea correcta de solución de los conflictos, y me parece que es justo que al Caricom se le dé su reconocimiento por esa participación.

– Para que la OEA pueda ayudar a Haití primero hay que resolver diferencias políticas. )Cree que el silencio de la OEA sobre Haití ha provocado una pérdida de su credibilidad?

– Estamos pasando un momento de negociaciones importantes respecto a este tema, y yo soy optimista de que se va a llegar a un acuerdo (para aprobar una resolución sobre Haití)

– )Está a favor de que la OEA aplique la Carta Democrática Interamericana a Haití?

– En este momento no estoy participando ni como secretario general ni como representante de mi país, y mal haría en entrar en los detalles de la solución que corresponde tomar a los países en este momento.

[b]Cómo piensa manejar la situación política en Venezuela?[/b]

– Espero que el 15 de setiembre, cuando yo asuma, ya el tema de Venezuela va a estar superado.

– Dirigirá el principal foro político hemisférico en momentos en que crece la decepción de los latinoamericanos con sus gobiernos. )Cómo enfrentará esto la OEA?

– Hay frustración ante la realidad: la pobreza no ha disminuido, y el crecimiento no ha sido el adecuado. La respuesta a esto es que la democracia sea más efectiva (…) para que se consolide y los ciudadanos vean que responde a las necesidades de la gente. Esto no se construye en un día