Nuevo sismo provoca pánico en Pakistán

Nuevo sismo provoca pánico en Pakistán

MUZAFFARABAD, Pakistán.- Un fuerte temblor de 5,5 grados que provocó pánico entre los habitantes se produjo esta madrugada en el norte de Pakistán, en momentos en que alimentos y abrigos seguían llegando a buena parte de los damnificados del terremoto del sábado pasado.

No obstante, aún había poblados en las montañas que seguían aislados e inaccesibles a los equipos de socorro.

Cinco días después del terremoto que devastó varias regiones, en particular Cachemira, provocando oficialmente más de 24.000 muertos, un nuevo temblor de 5,5 grados en la escala de Richter sacudió el norte de Pakistán a las 01H24 locales (20H24 GMT del miércoles) con epicentro a 200 km al este de Peshawar.

Ninguna víctima ni daño fueron anunciados inmediatamente pero el temblor provocó escenas de pánico entre los habitantes, señaló la prensa local.

En el aspecto humanitario, los primeros convoyes de camiones del Programa alimentario mundial (PAM) llegaron a Abbottabad, ciudad paquistaní a unos 50 km del epicentro, llevando 39 toneladas de galletas energéticas que podrán alimentar a unas 400.000 personas durantes los próximos dos días.

Por otra parte, el Alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) comenzó la distribución de ropa.

No obstante el tiempo apremia pues dos millones y medio de damnificados pasaron una quinta noche al aire libre, en campamentos de fortuna, en el frío y la humedad.

Algunos poblados apartados de los contrafuertes del Himalaya aún no habían recibido ayuda alguna desde el sismo.

La organización humanitaria Plan, que desde 1997 lleva a cabo un programa para los niños de la región de Mansehra, anunció este jueves que había conseguido enviar por helicóptero a cinco médicos, medicina y alimentos a dos poblados, Devli y Kira, en el valle de Siran, donde hasta el miércoles no había llegado ninguna ayuda.

Por otra parte, un equipo de militares canadienses destacado en Afganistán fue enviado a Pakistán para evaluar las necesidades de ayuda, declaró el ministro canadiense de la Defensa Bill Graham.

El ejército alemán envió a Islamabad 50 soldados y 2 helicópteros, estacionados en Afganistán en el seno de las tropas de la OTAN. Otro tanto hizo Estados Unidos, también a partir de Afganistán.

Numerosos países y organizaciones aumentaron su ayuda, como el Banco Mundial que anunció duplicaría su asistencia a 40 millones de dólares, o Eslovaquia, que destinó 310.000 euros (372.000 dólares) y que planea enviar de aquí al fin de semana, diez toneladas de ayuda humanitaria.

La solidaridad internacional adquiere por momentos características inesperadas.

El miércoles, soldados indios pasaron la frontera para ayudar a sus colegas paquistaníes a reconstruir los búnkers para que no permanezcan a la intemperie.

El presidente paquistaní Pervez Musharraf expresó su gratitd por la ayuda internacional, pero pidió recursos suplementarios.

En el terreno, el puente aéreo quedó restablecido el miércoles entre la base aérea de Chaklala, cerca de Islamabad, y la zona damnificada, después de haber sido suspendido debido a lluvias torrenciales.

El aporte de ayuda ha provocado importantes atascos aéreos hasta el punto que un avión de carga indio repleto de ayuda debió devolverse el miércoles, debido a que el aeropuerto de Islamabad estaba saturado. El avión llevaba siete camiones con medicamentos, 15.000 frazadas y unas cincuenta carpas.

 

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