Nuevos casos de torturas Irak cuestionan
conducta tropas

Nuevos casos de torturas Irak cuestionan <BR>conducta tropas

WASHINGTON (EFE).- EEUU ha abierto una investigación penal sobre un nuevo caso de eventual maltrato y torturas a prisioneros iraquíes a raíz de la divulgación de unas elocuentes fotografías que dejan en muy mal lugar a los efectivos estadounidenses. En las imágenes, algunas difundidas hoy por varios medios de comunicación estadounidenses y por la cadena de televisión qatarí Al Yazira, puede verse a soldados sentados sobre los detenidos que están con sus rostros cubiertos y esposados, o pisándoles en el pecho.

   Hay otras que exhiben a prisioneros ensangrentados, uno de ellos al lado de un uniformado que apunta a su cabeza con una pistola.

   Son fotografías que ponen, de nuevo, en entredicho el comportamiento de las fuerzas estadounidenses y que pueden poner en un serio aprieto al secretario de Defensa y máximo responsable del Pentágono, Donald Rumsfeld, justo cuando acaba de ser confirmado en el cargo por el presidente de EEUU, George W. Bush.

   Y es que no es la primera vez que Rumsfeld y la cúpula del Ejército están en el punto de mira y son objeto de duras críticas por escándalos de este tipo.

   A principios de este año salieron a la luz otras fotografías, aún más brutales, que sirvieron de prueba para procesar a varios efectivos estadounidenses por supuestos abusos y torturas a reos de la prisión de Abu Ghraib, situada cerca de Bagdad.

   En esa ocasión, podía verse a algún soldado sonriendo y sujetando una cuerda atada al cuello de un prisionero desnudo y tirado en el suelo de la cárcel o apuntando, como si fuera con una pistola, a los genitales de un recluso, mientras se fumaba un cigarrillo.

   La nuevas fotos fueron descubiertas por un periodista en una página de internet, donde las colocó una mujer sin identificar que aseguró que su marido las había traído de Irak después de haber cumplido su misión en ese país, según informó la cadena de televisión CNN.

   No puede verse a los soldados implicados pero la prensa ha desvelado que forman parte de un comando de fuerzas especiales de la marina estadounidense con base en Coronado (California).    Algunas de las fotografías tienen la fecha impresa, que indica fueron tomadas en mayo de 2003 lo que, de confirmarse, las convertiría en las primeras pruebas de posibles abusos de prisioneros en Irak.

   Uno de los responsables de las fuerzas multinacionales en Irak, el general estadounidense Mark Kimmit, declaró hoy en una entrevista a Al Yazira que lo que puede verse en esas fotos «no refleja la actitud de los soldados de EEUU desplegados en Irak».

   El general se mostró convencido de que «fotografías de este tipo se convierten en un instrumento que algunas personas intentan aprovechar y no muestran el gran trabajo que realizan allí nuestros soldados junto a los iraquíes».

   Un portavoz de las fuerzas especiales de la Marina afirmó, en una declaración escrita, que las polémicas fotos «plantean una serie de cuestiones sobre el trato a prisioneros de guerra y detenidos» y aseguró que este asunto «será rigurosamente investigado».

   La investigación desvelará la identidad de los soldados afectados y de los autores de las fotografías, y aclarará si deberán o no hacer frente a acusaciones formales.

   La prensa recoge hoy las declaraciones de expertos en la materia que indican que no necesariamente son pruebas evidentes de un comportamiento ilegal o criminal en tiempos de guerra.

   Lo que sí está claro de antemano, según ellos, es que demuestran una violación de la normativa de la Marina estadounidense en la que se prohíbe explícitamente fotografiar a prisioneros, salvo que se haga por razones administrativas o de inteligencia.

   El nuevo escándalo se ha hecho público tan sólo unos días después de la divulgación, este miércoles, de nuevos informes que indican que Washington estaba al tanto desde el principio de las torturas en Irak.

   Larry de Rita, el portavoz de Rumsfeld, confirmó la existencia de un informe confidencial en el que se advertía al mando del Ejército en Bagdad de la posibilidad de que se estuvieran cometiendo abusos contra detenidos en Irak.

   Este informe fue redactado por un coronel retirado del Ejército, Stuart Herrington, y se presentó a la general Barbara Fast, al cargo de los servicios de inteligencia militar en Irak, en diciembre de 2003. EFE

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