Nuevos valores y nuevo orden después de la pandemia

Nuevos valores y nuevo orden después de la pandemia

A pesar del silencio en las calles, de la quietud de los barrios, de la obligada estancia en casa para enfrentar a la muerte invisible que bordea el planeta; nadie escapa del ruido que compite, desmesuradamente, con la quietud que demanda el pensamiento constructivo para aportar, con la razón y la lógica, a la definición del proceso que se vive y dejar plasmada la rica experiencia que sin duda parirá el dolor que vivimos.
Las madres sabemos que “dar a luz” es parir una criatura nueva, es un comienzo de una vida cuya responsabilidad nos ata con un ser que ni siquiera pidió que lo trajeran, pero lo asumimos como el mejor regalo que podamos recibir.
Así debemos esperar de este parto doloroso que nos presenta la pandemia del COVID-19, para saber que saldrá de todo esto; y pienso que deberá ser bueno por la capacidad de resiliencia de la raza humana, del espíritu de superarse a si misma y de las disposiciones de las nuevas relaciones humanas y sociales que habrán de crearse.
La pandemia nos ha obligado a que solo se hable de ella, es que no hay otro tema cuando miles de seres son devorados cada día por la muerte que arrastra y cuya proyección es cada vez más incierta; ya pasamos del millón de muertos, y sigue subiendo sin llegar a la meseta que deberá alcanzar hasta bajar a la curva.
En medio de la angustia de familiares, de amigos y seres humanos de todo el mundo, surgen los ruidos como los de la teoría de la conspiración, los remedios para frenar el mal, comparaciones con la pandemia anterior a esta, las “Noticias Falsas”, ahora en un terreno fértil, abonado por mucha basura puesta a circular por las redes.
Empero, existen grupos de profesionales que plantean que debe haber una nueva relación dentro del derecho internacional, que obligue a todos los gobiernos a poner en el foco de su accionar la salud, no solo porque es un derecho humano, sino porque esta nueva enfermedad sorprendió y dejó al desnudo la fragilidad del sistema sanitario global.
En ese orden, debe concebirse el concepto salud a partir de todas sus variables, comenzando con el componente primario, como es la alimentación, sin la cual no será sostenible la vida y sin ella todas las demás variables quedan en suspenso.
La sociedad de consumo generó el consumismo, que es otro componente que debe cuestionarse, ya que implica valores que a veces bordean la ofensa, y son causantes del mundo desigual que a su vez constituye un atentado contra la vida en el planeta.
Eso nos lleva a cuestionar también el modelo económico que rige, el cual se basa en la publicidad, que como dijo el economista Manfred Max Neef, “Seguir forzando el crecimiento para seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosa del mundo como es la publicidad, cuya función te hace comprar aquello que no necesitas, con dinero que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable”
Como vemos todos los humanos hemos vuelto a lo básico, a lo que es realmente esencial y en pocas semanas hemos aprendido que podemos vivir con pocas cosas. Otro mundo es posible, pero hay que trabajarlo dibujándolo como lo deseamos para las generaciones por venir. Albergo la esperanza de que mis nietas y nietos, y los de todos los abuelos del mundo, vivan en una sociedad justa y solidaria.

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