San Juan. El número de madres adolescentes se ha reducido en Puerto Rico a más de la mitad en seis años, un logro que las autoridades locales atribuyen a una mayor educación sexual y conciencia sobre la responsabilidad que entraña la maternidad.

Y es que según las estadísticas más recientes facilitadas a Efe por el Departamento de Salud de Puerto Rico, en 2006 hubo 170 alumbramientos por parte de niñas menores de 15 años en la isla, una cifra que en 2012 se redujo hasta 80, lo que supone un descenso del 53 %.

“Lo que estamos viendo es que últimamente los varones están tomando más conciencia de la responsabilidad de ser papás”, aseguró hoy a Efe la directora asociada del Programa Servicios Integrales de Salud al Adolescente (SISA) del Departamento de Salud, Gloria Montalvo Ortega. Según los datos más recientes de la agencia, en 2006 hubo un total de 48.744 nacimientos en Puerto Rico, mientras que en 2012 esta cifra bajó drásticamente a 38.975, un 20 % menos.

De ese total de 2006, 8.728 nacimientos fueron de madres de entre 15 y 19 años, mientras que en 2012 esa cifra fue de 6.453, lo que supone un descenso del 26,1 %. Montalvo advirtió que, además de las madres adolescentes, puede haber muchos padres que también lo son, aunque los datos de los certificados de nacimiento que prepara el Registro Demográfico y Estadísticas Vitales de la isla en muchas ocasiones no recogen los datos del padre.

“Vemos a la niña embarazada, pero no al joven, y la realidad es que son muchos más los padres irresponsables que las madres”, lamentó Montalvo, quien también apuntó que en ocasiones aunque la madre sea mayor de edad, el padre es aún adolescente. “Esto es un asunto que nos preocupa a todos, porque tradicionalmente el enfoque es hacia la embarazada, pero esa mentalidad ha ido cambiando con el fin de incorporar a los padres adolescentes”, indicó.

Por su parte, la secretaria del Departamento de Salud, Ana Ríus Armendáriz, agregó en un comunicado de prensa estar preocupada por “la población de adolescentes que pronto van a ser padres sin ni siquiera saber qué hacer para salvaguardar la salud del bebé y de la madre». “Si es bueno que la madre esté preparada, también es igual de importante preparar a ese joven que se entera de la noticia de que será padre a temprana edad”, añadió.