Números que no cuadran contra China

Números que no cuadran contra China

Da pena el mundo en que vivimos, en medio de una mortal pandemia. Sufriendo los cientos de miles de muertos y tensos además por conflictos geopolíticos artificiales por la irresponsabilidad de algunos políticos, con Trump a la cabeza, digámoslo claramente, acompañado, y empujado, por Míster Pompeo, éste en prematura campaña presidencial para 2024 con China como “leitmotiv”.

Los derechos humanos son algo muy serio, de profunda relevancia a nivel global, para tomar el tema como rehén para campañas ideológicas.

Claro, los “focos” se centran en “derechos” preferidos utilizables para subvertir el orden en países escogidos, aunque la Declaración Universal de Derechos Humanos de diciembre de 1948 recoge muchos derechos ignorados y que exponen a los “humanos sin derechos” en todos los países, como dije en esta columna hace untiempo.

Seguramente ustedes sepan sobre una carta presentada por 39 naciones, 20% de membresía de la ONU, ante la Tercera Comisión de la ONU encabezada por EEUU, sus aliados más cercanos y de Latinoamérica solo Honduras y Haití, expresando “preocupación” por los “campamentos de reeducación política” para la población musulmana china y, por supuesto, sobre Hong Kong, basándose, dice la carta, en “informes creíbles” de algunas ONG y disidentes en el extranjero, principalmente en EEUU: ninguna prueba.

Posiblemente, por el contrario, muchos no sepan que Pakistán presentó otra carta firmada por 55 naciones respaldando a China en Hong Kong y, quizás, tampoco han oído que Cuba, a su vez, presentó otra carta rubricada por 45 países criticando las acusaciones sobre los musulmanes de la provincia de Xinjiang.

La iniciativa estadounidense pretendía incidir en la votación para miembros del Consejo de Derechos Humanos donde China era candidata. El resultado, muy amargo: los tres candidatos a los que Washington adversaba furibundamente fueron masivamente electos: de 192 naciones votando, China alcanzó 139 votos, el 72%, con el apoyo de la gran mayoría de latinoamericanos y caribeños; Rusia obtuvo 158 votos, 82% y por Cuba votaron 170 naciones, 88%.

Algunos, por allá y por aquí, han explotado con “esquizofrenias ideológicas” porque la mayoría del mundo no se deja manipular.

Un país acusado, supongamos injustamente, podría invitar una comisión de verificación, pero cuando las denuncias se basan en elucubraciones intencionadas con condenas prefabricadas acompañadas de ultimátum humillantes, limitan la posibilidad de esclarecer situaciones, posiblemente esa sea la intención para mantener vivo el “show”.

Contrastantemente, todo el mundo ve el racismo sistémico en EEUU, el maltrato inhumano a inmigrantes –no se cuestiona el derecho a poner orden en las fronteras-, las denuncias claras de esterilizaciones de extranjeras, denuncias que vienen por decenios.

¿Por qué esas ONG no demuestran una preocupación legitima sin preferencias?

Ciertamente el mundo tiene derecho a observar el comportamiento de cada cual en el respeto a la integridad individual, pero no solo de “violadores” escogidos.

Hay mucho cinismo y doble moral en las “observaciones” de algunos organismos internacionales muy severos y exigentes para algunos países, pero timoratos y con mucha cobardía para denunciar evidentes faltas de otros.

Por supuesto, también hay quienes replican unas denuncias y miran para otro lado con otras. Eso debilita una verdadera intención de mejorar el respeto a los derechos humanos a nivel global.

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