Numerosas protestas en centro
de Nueva York

Numerosas protestas en centro <BR>de Nueva York

NUEVA YORK (AFP).- Los manifestantes anti-Bush desplegaban este jueves sus últimas pancartas en Nueva York, donde se desarrolla la convención republicana, tras una semana de protestas callejeras y choques con la Policía. Estaban previstas algunas acciones simbólicas al final de la jornada, cuando George W. Bush acepte su designación oficial como candidato republicano a un segundo mandato presidencial.

   Una manifestación con velas está anunciada en Union Square, cerca del Madison Square Garden, lugar de la convención republicana. Se invitó a la gente a ponerse un «No» sobre su camiseta o en sus ventanas, o a gritar ese mismo «No» durante el discurso de Bush, mientras que el humorista Al Franken sugirió vociferar «¡Ni lo pienses!».

   Esas citas clausurarán una semana de iniciativas de todo tipo, desde la gran marcha del domingo (medio millón de personas según los organizadores) hasta actos de desobediencia civil el martes ante los hoteles donde se hospedan los delegados.

   «Logramos perforar la burbuja de la convención, hacernos ver por los delegados», dice Eric Laursen, una de las portavoces de la coalición A31, organizadora de las acciones del martes. «Fue un inmenso show mediático, los republicanos querían hacer una operación de relaciones públicas, pero fracasaron».

   Algunos consiguieron incluso llegar hasta el Madison Square Garden, como ese estudiante de Yale que se acercó al vicepresidente Dick Cheney para pedirle que rindiera cuentas. O esa militante que el miércoles intentó deplegar una pancarta con la leyenda «Cheney y Halliburton, origen de las matanzas en Irak» antes de ser evacuada de la sala ante las cámaras de televisión.

   Pero la semana estuvo marcada por una serie de detenciones, sobre todo el martes cuando hubo 900 arrestos durante los mítines no violentos (aunque no autorizados) cerca de Ground Zero, alrededor de la Biblioteca Pública o de las grandes tiendas Macy»s, a dos pasos del Madison Square Garden.

   «Algunas acciones anti-convención no pudieron realizarse, por ejemplo la del hall (de algunos hoteles), quizás debido a la presencia de la Policía», se felicitó Ray Kelly, jefe de Policía de Nueva York.

   Hasta el jueves fueron detenidas unas 1.700 personas, lejos de las 1.000 detenciones diarias anunciadas antes de la convención por el fiscal de Manhattan, Robert Morgenthau.

   La ACLU, la gran organización de defensa de las libertades civiles, denuncia que algunas personas se mantienen detenidas más allá del plazo legal máximo de 24 horas. Los manifestantes hacen referencia, como Eric Laursen, a una voluntad de mantenerlos el mayor tiempo posible lejos de la calle, y lamentan el efecto disuasorio de esas detenciones sobre los participantes.

   La ACLU denuncia asimismo las condiciones en que se encuentran los detenidos, ubicados en un antiguo garage de autobuses, al borde del Hudson.

   La asociación, que envió a sus miembros a vigilar los acontecimientos, está preocupada sobre todo por la práctica de las «detenciones preventivas»: «La Policía muestra a veces moderación y a veces realiza detenciones preventivas para impedir las manifestaciones. Ella es la que decide lo que está bien y lo que no lo está. Nunca vimos algo semejante en Nueva York, es preocupante», afirma Alex Vitale, consultor de la ACLU.

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