Además de ganar siete medallas de oro, una de plata y otra de bronce en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Mario Alvarez Soto también triunfó en los Panamericanos y se ubicó entre los mejores ocho tenimesistas del mundo, después de ser dos veces campeón latinoamericano

Aunque se le considera uno de los atletas más dominantes del deporte de República Dominicana, Mario Alvarez Soto sostiene que durante el desarrollo de su carrera no solo acumuló triunfos, sino que las derrotas también estuvieron presentes.

“Pero ninguna derrota provocó que abandonara mis sueños de ser el mejor del mundo en tenis de mesa”, expuso Alvarez Soto durante su participación en el “Diálogo con los Deportistas” de la sección deportiva del periódico HOY.

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“Disfruté mi carrera deportiva, fui competidor siempre y cuando llegaban las derrotas me levantaba y seguía hacia adelante”, agregó el inmortal del Deporte Dominicano.

Cuatro veces designado como “Atleta del Año” de República Dominicana por la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo y el Comité Olímpico Dominicano, Alvarez Soto confesó que en el inicio de su carrera se había planteado la tarea de ser campeón nacional.

“Y es que para mi época habían en nuestro país excelentes competidores, como son los casos de Raymundo Fermín, Juan Vila y Gonzalo Ortíz y más adelante se sumo otra camada de buenos atletas, como Francisco Boyero, Francisco Méndez, Roberto Ortiz, entre otros”, sostuvo.

Explicó que la pasión con la que se entregó a la práctica del tenis de mesa lo llevó a convertirse entre los mejores ocho del mundo.

En Juegos Centroamericanos y del Caribe, Mario Alvarez conquistó un total de nueve medallas, siete de ellas de oro, una de plata y otra de bronce.

Fue, además, dos veces campeón latino, lo cual le concedió el derecho de representar a América Latina en el torneo “Los 16 mejores del mundo”. Otras dos veces capturó el título de Campeón Iberoamericano.