El nuncio apostólico monseñor Jozef Wesolowski pidió ayer, a nombre del papa Benedicto XIV,  el cese de la violencia y la criminalidad en el país.

Dijo que también son deseos de Su Santidad,  que el señor cambie el corazón de los traficantes de armas y de drogas, que tantas guerras y muertes provocan en el mundo.

“La intención del Santo Padre es para que cese la violencia también en la República Dominicana, y para que los niños y niñas reciban más atención, más cariño y más amor, en particular aquellos que lo necesitan” expresó.

El representante del Papa en el país habló en esos términos al oficiar una Eucaristía   en la Iglesia Angelina Angelorum, con motivo de la celebración del VIII aniversario de la aprobación pontificia de los “Heraldos del Evangelio”.

Manifestó que son fervientes deseos del Papa Benedicto XVI, además, que el Señor ayude a la humanidad a construir un futuro más humano y más justo para todos, y que los terroristas  recapaciten, y que no  se continúe matando gente en el extremo Oriental, Africa y otras zonas del mundo.

El nuncio apostólicoinstó a la feligresía católica a rezar porque las intenciones del benedicto XVI se cristalicen, y por su ministerio pastoral y eclesiástico.

Asimismo, les pidió orar por él y por la misión que le ha encomendado el Señor, la cual dijo que “no es nada fácil”.

Cátedra de San Pedro

La eucaristía se ofreció  también  en ocasión de la fiesta de la Cátedra de San Pedro que dio origen a la Catedral, y que es símbolo de la autoridad del obispo, y particularmente de su enseñanza evangélica.

La Liturgia

La liturgia eucarística celebrada por el nuncio apostólico monseñor Jósez Wesolowski incluyó  la coronación de la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Fátima, un acto penitencial, aclamación del evangelio y la Santa Comunión.

La primera lectura de la palabra fue escogida del  libro de Isaías, y  estuvo a cargo de Orlando Jorge Mera.

Un coro juvenil de flauta acompañó los cánticos desde el inicio, durante y hasta el final del servicio, en el que participó con entusiasmo el nutrido grupo de fieles que acudió a la misa. 

Los “Heraldos del Evangelio” es una asociación de fieles de derecho pontificio. Fue  aprobada  por el Papa Juan Pablo II.