El nuncio de Su Santidad, monseñor Jozef  Wesolowski,  deploró el estado de violencia cotidiana que afecta a los barrios de Santo Domingo y de Santiago, así como la degradación humana y la miseria que se observa en dichos sectores.

Al mismo tiempo manifestó que hay muchos dominicanos sin trabajo, sintiéndose solos y abandonados,  niños abandonados que deambulan por las calles y jóvenes en peligro.

Dijo que igualmente en los hospitales del país hay mucho sufrimiento y dolor humano, mientras la mayoría de las familias confrontan problemas cotidianos. “Todos ellos necesitan de  nuestros corazones”, dijo, al referirse a los miembros de la Familia Vicentina congregada en el polideportivo del Colegio Santa Teresa, en el ensanche Ozama.

Monseñor Wesolowski habló en esos términos en una  homilía que pronunció en  una misa celebrada para cerrar el Año Jubilar por el 350 aniversario de la muerte de los santos Vicente de Paúl y Luisa de Marillac.

A la misa concelebrada por varios sacerdotes paúles asistieron fieles, hermanas  e hijas de caridad y voluntarios vicentinos de diferentes puntos del país.

El nuncio apostólico  Jozef  Wesolowski abogó por una mayor atención a los necesitados y resaltó la misión de los voluntarios vicentinos que trabajan en distintos programas para ayudar a los pobres.

Al citar la labor pastoral de caridad que realizaron San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, el religioso dijo que la caridad no debe permanecer ociosa sino que nos mueve para la salvación y al consuelo de los demás.

El Año Jubilar.  El Año Jubilar por el 350 aniversario de  la muerte de los hoy santos Vicente de Paúl y Luisa de Marillac se está celebrando en todos los países donde existe presencia vicentina, conformada por los sacerdotes paúles, las Hijas de la Caridad, voluntarios y laicos de la Asociación Internacional de las Caridades (AIC).

También  de la Sociedad Vicentina  y de la Asociación de la Medalla Milagrosa y de las Juventudes Marianas Vicentinas,  bajo el lema “Caridad y misión”.