POR U. GUZMÁN MOLINA
El nuncio apostólico Timothy Broglio consideró ayer que la disolución del Estado haitiano no debe recaer sobre el país, sino en la comunidad internacional que se lava las manos como Poncio Pilatos. Expresó que la República Dominicana no soporta la entrada ilegal de tantos haitianos, quienes salen huyendo de la desesperanza de la vecina nación.

La situación económica dominicana se hace más crítica por la cantidad de ilegales haitianos, señaló el embajador de El Vaticano.

A su juicio, hay diferencia entre los haitianos que vienen por su propia voluntad y los que son invitados a trabajar, aunque el resultado para el país es el mismo.

Señaló la Santa Sede ha apelado a los países ricos para que acudan en ayuda de Haití, pero esos pedidos no han sido escuchados.

Consideró que la solución al problema haitiano tiene que ser por parte de la comunidad internacional, porque el país no resiste más haitianos.

Dijo que el problema debe resolverse de raíz y la República Dominicana no pude hacerlo por su cuenta, pues debe ser una solución a nivel internacional. Indicó que la Iglesia Católica tiene la responsabilidad de responder a los problemas de los pobres.

De otro lado, el Nuncio dijo que el país no es sólo usado como puente en el tráfico internacional de drogas, sino como lugar de consumo de estupefacientes.

Mostró preocupación por el daño que producen las drogas en la juventud, sobretodo porque afecta su futuro.

Indicó que la reeducación de los adictos es un camino muy largo y resaltó el trabajo que realizan algunas instituciones en ese sentido, sobre todo el excelente trabajo de Hogares Crea.

Cree que hace falta eliminar este flagelo de la sociedad y someter a la justicia personas a las personas responsables del narcotráfico.

Indicó que se sabe las grandes cantidades de drogas que se ha decomisado en estos días, lo que significa que hay mucho más que pasa por el país.

Favoreció un sistema de justicia que siga estos casos para que los responsables sean sometidos a la justicia.

El nuncio apostólico invitó al pueblo dominicano a seguir buscando la justicia y fortaleciendo la familia, la unidad más básica de la sociedad, porque cuando falla la familia afecta al hombre.

Cree que en el país hacen falta familias fuertes y unidas para asegurar una República Dominicana mejor en el futuro. Entiende que se debe tratar de eliminar todo lo que tiende a debilitar la familia.

LA DELINCUENCIA

El Nuncio dijo que cuando aumenta el nivel de violencia es una preocupación para las empresas turísticas porque los visitantes extranjeros se abstendrán de venir si se enteran que no hay garantías personales en el país.

Señaló que todo el mundo quiere tener la seguridad de regresar a su casa y encontrar todo lo que ha dejado.

Consideró que es importante combatir la delincuencia y la inseguridad ciudadana con una policía eficaz, medios necesarios para responder y castigar a los responsables de los actos de violencia, para alcanzar la seguridad que hasta hace poco caracterizaba al país.

Indicó que la seguridad ciudadana es una cuestión primordial del ser humano, porque las personas quieren poder trabajar y vivir su vida sin esa preocupación.

Ponderó la condena a 20 años de reclusión a cuatro jóvenes por violar a una menor es una decisión del juez Rafael Pacheco, porque entiende que es importante que los criminales sepan que no pueden perpetrar sus actos delincuenciales sin consecuencias.

Indicó que el castigo sirva para reeducar a esos delincuentes, pero envía el mensaje de «no más» violaciones.

Explicó que la población rechaza a los responsables de violaciones y de robos.

DERECHO A DEFENSA

A su juicio, una persona acusada tiene un tiempo de espera para ser juzgada.

Dijo que la Iglesia Católica está viviendo en carne propia con la situación de dos sacerdotes, acusados «de cosas horribles» en Higüey.

Expresó que ellos tienen el derecho de ser juzgados, aunque cree que son inocentes.

La Iglesia Católica espera la «palabra de la justicia» en ese caso en que niños y niñas fueron violados, y que se castigue a quien se tiene que castigar, dijo.

De otro lado, el nuncio apostólico consideró que se debe enviar un mensaje a la sociedad de que en este país no se tolerará la corrupción.

Dijo en el programa de televisión Aeromundo que los recursos destinados a las necesidades de las escuelas y hospitales terminan en los bolsillos de personas públicas y privadas, lo que hace un gran daño a la sociedad.

Resaltó la importancia de que se elimine y sancione a los corruptos, para que el problema sea resuelva una vez para siempre.

Consideró que la ley debe ser igual para todos, de lo contrario no sería democrático. Señaló que en el país se tiene que acabar con «esta corrupción generalizada».

Dijo que la Dirección de  Aduanas debería decir los nombres de las personas acusadas de contrabandear. Si el ladrón de pollos se pública por qué no hacerlo con que se roba dos o tres millones de dólares, se preguntó.