Hoy 
POR DIEGO PESQUEIRA
El Nuncio Apostólico de su Santidad y decano del Cuerpo Diplomático en el país, Timothy Broglio, calificó como un gran peligro el hecho de que grupos de personas tomen la justicia en sus manos y linchen a supuestos delincuentes.
Advirtió, además, que estos grupos que toman la justicia en sus manos, pueden equivocarse y causar daños personas inocentes. “Es muy fácil incitar a las masas para que cometan este tipo de acciones”, precisó.
El representante del Papa consideró que todo el mundo tiene derecho a que se le juzgue en un tribunal.
“No podemos tomar en nuestras manos la justicia, hay profesionales que están encargados con esta responsabilidad, hay que dejarle trabajar, hay que apoyarles, sobre todo hay que mantener la tranquilidad”, estimó Broglio. Sus declaraciones están relacionadas con el linchamiento de tres jóvenes que asaltaron e hirieron de gravedad a un sargento de la Policía en la comunidad de Yaguate, San Cristóbal.
“El hombre es un ser inteligente, tiene que usar su cabeza para resolver sus problemas, no la fuerza y sobre todo no el ataque sin discriminación “, agregó Broglio.
Broglio tocó el tema durante una visita a la Procuraduría General de la República para entregar medicamentos para los reclusos del país, valorados en US$70,000.
Entre los medicamentos hay antibióticos, vitaminas, antialergicos, antihipertensivos, entre otros.Dijo que en esta misma semana hará entrega de otra cantidad de medicamentos similar.
Los linchamientos de alegados delincuentes fueron criticados también por el obispo emérito Juan Antonio Flores, quien favoreció que las comunidades se unan para protegerse de los delincuentes, siempre respetando la vida humana.
Monseñor Flores asoció los casos de violencia y atracos a la falta de una correcta educación y atención familiar, y dijo que es propicio que en los vecindarios haya juntas de vecinos que se protejan unos a otros.
En tanto, monseñor Benito Ángeles, secretario de la Conferencia del Episcopado, llamó a las autoridades ofrecer una mayor protección a las personas, y pidió a las comunidades no convertirse en jueces, ya que nadie tiene derecho a acabar con la vida de nadie y recordó la violencia trae violencia.
