La puesta en circulación del libro “Una vida profesional apegada a la ética” dedicado al profesor Rafael Núñez Grassals por Matilde Fabián y Nexcy de León, fue un acto muy emotivo.
La obra tiene como subtítulo “Rafael Núñez Grassals: ‘Desde las barras del lector” y es que en su última parte recoge los textos de la columna que con ese nombre publicó en el periódico Hoy.
En ese espacio él comentaba reportes que hacían los lectores acerca de errores aparecidos en los contenidos del citado matutino.
Además, el libro incluye varios reportajes de hechos importantes durante ocurridos durante los años de gobierno de Joaquín Balaguer y la lucha de los periodistas de ‘El Nacional’ defendiendo la libertad de expresión.
En la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña nos dimos cita alumnos, familiares, amigos y personas que de una u otra forma sentimos cariño y admiración por este referente del periodismo.
Tres premios nacionales hablaron en el acto: el autor del prólogo, el escritor Andrés L. Mateo, y los periodistas Huchi Lora y Margarita Cordero, además de Nexcy y Matilde. También escuchamos algunos testimonios de comunicadores y/o alumnos que fueron sus compañeros, como Brinella Fernández.
El maestro de ceremonias fue José Enrique Trinidad.
Quiero detenerme en algunas de las palabras de Margarita Cordero. Ella califica la presencia del protagonista como “Una voz sin estridencias, reflexiva, dialogante y dialógica. Una voz que, al propugnar por un ejercicio del periodismo desde la libertad, nos enfrenta al valor y trascendencia de la elección ética”.
Dice que “La conversación sostenida con Nexcy y Matilde que abre el libro, nos permite conocer el proceso de crecimiento humano, intelectual y profesional de un hombre al que con toda propiedad podemos llamar ‘maestro’, dentro y fuera de las aulas”.
Me satisfizo mucho ver en el contenido del libro tres columnas en las cuales me cita y sonreí porque a Núñez Grassals le encantaba resaltar mi primer apellido: De la Mota que rara vez utilizo, pero él, como mi profesor que fue…
De verdad, me siento orgullosa de haber sido su alumna; recuerdo que para que yo estudiara la carrera a nivel universitario (era egresada del IDP) me concibió la falsa ilusión de que la biología iba a desaparecer del plan de estudios. Todavía está.