POR MARIEN ARISTY CAPITAN
El director de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia, Rafael Núñez, afirmó ayer que el presidente Leonel Fernández nunca ha sugerido que el gobierno de los Estados Unidos abogue por algún criterio particular respecto a la adquisición de la nacionalidad dominicana.

Aclarando que son algunos sectores con un gran peso en la opinión pública estadunidense los que pretenden imponer su política de nacionalidad al resto de los países, Núñez citó a organizaciones como Humans Rights Watch, Amnistía Internacional, el Black Caucus y el Centro de Derechos Humanos en Memoria de Robert F. Kennedy.

«Ellos asumen posiciones con las cuales no estamos de acuerdo, respecto al derecho de nacionalidad fundamentado en el lugar de nacimiento», dijo Núñez en una carta enviada al director ejecutivo de este diario, Bienvenido Alvarez Vega.

De esta manera Núñez respondió a los comentarios del consejero para Prensa y Programas del Gobierno de Estados Unidos en el país, Dale Largent, quien se quejó el lunes pasado por las declaraciones que ofreció el presidente Fernández durante su intervención en el almuerzo del Grupo Corripio.

En esa oportunidad Fernández dijo que Estados Unidos pretende imponer su política de nacionalidad al resto de los países. Sin embargo, Núñez asegura que cuando el mandatario se refiere a Estados Unidos habla del país en general, que está compuesto por el gobierno, el Congreso, las organizaciones empresariales, las industrias, la justicia, los sindicatos y los gremios profesionales, entre otros.

Por otro lado, Núñez destacó que cuando el presidente Fernández se refiere al tema de la nacionalidad dominicana lo hace sobre criterios definidos que no están sujetos a prejuicios raciales, étnicos, religiosos, políticos o de otra índole.

Pero Fernández, subraya Núñez, también evita fijar alguna posición que afecte a individuos o naciones amigas. Pese a ello, sostiene que quienes siguen el debate que suscita el tema de la nacionalidad podrán darse cuenta que en Estados Unidos (no necesariamente en el gobierno) hay una fuerte corriente de opinión muy marcada sobre la adquisición de la nacionalidad.

«Fue en ese contexto, refiriéndose no al gobierno, sino a Estados Unidos como país, que el presidente Fernández emitió consideraciones que se distancian con aquellas corrientes de opinión que en la sociedad norteamericana sirven de grupos de presión para fortalecer sus puntos de vistas, los cuales respetamos».

Tras indicar que no hay una doctrina universal sobre la nacionalidad aceptada por todo el mundo, como ha establecido el presidente de la República , Núñez dijo que la que asuma Estados Unidos o República Dominicana debe ser respetada por todos los demás países del mundo.