Nutrición en insuficiencia renal aguda y crónica

Nutrición en insuficiencia renal aguda y crónica

De acuerdo al daño que presenta el riñón la insuficiencia renal se clasifica en aguda y crónica, y dependerá del tipo de insuficiencia que padece el paciente para el soporte nutricional que se recomiende.

En la Insuficiencia Renal Aguda o transitoria el manejo nutricional consiste en las restricciones alimentarias necesarias para impedir la azoemia y los trastornos hidroelectroliticos, pero aportando las calorías suficientes para prevenir el catabolismo de las proteínas del organismo, para esto es necesario una dieta baja en proteínas, pero rica en grasas y carbohidratos. Se restringen los alimentos ricos en sodio, potasio y fosforo. Se administran suplementos calóricos o aminoácidos esenciales para garantizar una adecuada nutrición.

Luego de recuperada la función renal se recomienda una dieta con abundantes proteínas y calorías.

La nutrición en Insuficiencia Renal Crónica consiste en el aporte calórico y proteico para suplir las demandas nutricionales, con un aporte restringido de proteínas y un aporte de hidratos de carbono para cubrir las demandas energéticas, con un 60% de consumo de carbohidratos complejos (cereales, leguminosas, víveres, vegetales y frutas). Generalmente el agua no se restringe hasta fases muy avanzadas de Insuficiencia Renal Crónica, y se restringirá cuando existe retención excesiva de líquidos (edema), presión arterial alta o Insuficiencia Cardíaca Congestiva.

De ser necesario se administran suplementos vitamínicos y calóricos. La ingesta energética total determina el aprovechamiento proteico y se ve afectada por la pérdida de apetito.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas