Nutrición y Síndrome de Down

Nutrición y Síndrome de Down

Dra. Wandy Mejía

El síndrome de Down es una alteración genética cromosómica en la cual existe una copia adicional del cromosoma 21 del bebé, dando lugar a 47 cromosomas en lugar de 46.  

En general, para cualquier persona, pero muy especialmente para las personas con síndrome de Down, fomentar la autonomía desde una edad tempranay una buena alimentación constituye un pilar primordialparalograr una calidad de vida óptima.

Los niños con síndrome de Down pueden mostrar cierto retraso en sus habilidades para comer y beber. Es frecuente observar dificultades en el momento de pasar de los alimentos líquidos y blandos a otros más sólidos,como también al morder y masticar, lo que repercute en su estado nutricional.

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Por esto es muy importante tratar de prevenir,desde etapas muy tempranas, los trastornos asociados con la alimentación.

Algunos pueden coexistircon condiciones de salud como cardiopatías, estreñimiento, hipotiroidismo, enfermedad celíaca, obesidad, entre otras. La nutrición juega un rol de mucha relevancia, requiriendo con frecuencia consultas personalizadas.

Un estilo de vida saludable,en todo momento, es fundamental para la salud de las personas con síndrome de Down. 

Es necesario tener presente estos puntos para una mejor salud y nutrición:

  • Tener un entorno familiar que fomente la conciencia, moderación y elección de alimentos y que promueva un estilo de vida saludable.
  • Tener una alimentación variada que incluya cereales integrales, frutas, vegetales, carnes y derivados magros, leche y productos lácteos descremados- estos últimos después de los dos años de vida.
  • Evitar los alimentos que causen algún tipo de intolerancia o alergia.
  • Preferir el consumo de grasas de origen vegetal como el aceite de oliva, aguacate, aceite de linaza.
  • Favorecer el uso de técnicas culinarias sencillas como el asado, al horno, cocidos al vapor o a la plancha y moderar las técnicas en las que se utilicen gran cantidad de grasa como frituras, guisos o rebozados.
  • Limitar consumo de sal y azúcar.
  • Cocinar con imaginación, elaborando recetas apetitosas con ingredientes saludables.
  • Si se tiene algún problema de masticación, los alimentos se deben adecuar modificando su textura para su fácil deglución.
  • Debe promoverse la actividad física comocaminar, correr, bailar, nadar, jugar futbol, entre otros.  Es importante individualizar recordando que la actividad física ayuda atener una mejor integración social y autonomía.

Al poner estos puntos en práctica ayuda, desde la niñez hasta la adultez,poder prevenir enfermedades metabólicas futuras asociadas a la obesidad.

Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a sodonuclim@gmail.com y nos puedes encontrar en @sodonuclim.