“Una mejor nación está integrada por personas que valoran la verdad”, se leía en letras blancas sobre una pared escarlata. La cita parecía sentenciar o aplaudir –según sea el caso la labor de las personas que estaban sentadas al frente. Eran comunicadores.

Aquellos periodistas de diferentes áreas y medios estaban cumpliendo con la invitación hecha por el Grupo León Jimenes, para asistir a la conferencia “La comunicación en nuestro tiempo”, en un hotel de la ciudad, como regalo por el Día del Periodista, celebrado el pasado 5 de abril.

Para ello, la empresa anfitriona escogió a Miguel Ángel Gozalo, presidente de la agencia de noticias EFE, quien presentó una panorámica general sobre el ejercicio periodístico y las diferentes problemáticas en que se desenvuelven los comunicadores en la actualidad.

José León Asensio, presidente del Grupo León Jimenes, dio las palabras de bienvenida, al tiempo que valoró el trabajo y los aportes que hacen los periodistas de la nación.

“En el Grupo estamos conscientes del rol vital que juegan los periodistas y comunicadores en el desarrollo de las naciones y en la construcción de su porvenir”, enfatizó el empresario.

Seguido, el invitado de honor tomó la palabra y entre las múltiples ideas que expresó, hizo énfasis en que la opinión pública es la gran responsabilidad social del periodista, aunque afirmó que “la realidad es que el periodismo cumple a medias su función esencial”.

“El periodismo necesita libertad, pero la libertad tiene que envolverse en la ética. Que hay que pararse a distinguir las voces de los ecos. Que, además de precisos, competentes y bien formados, tenemos que ser humildes y no creernos en posesión permanente de la verdad”, aseguró.

Agregó que si bien es cierto los periodistas no pueden aspirar a trabajar como concienzudos investigadores que elaboran sofisticadas teorías a partir de experimentos de laboratorios, tampoco deben dejarse llevar por la ligereza y la improvisación.

Para el veterano periodista su oficio también encierra la tarea de quien tiene que almacenar para que no se olviden las historias de las gentes, todo lo que pasa a su alrededor, haciendo frente al viento de la historia.