Dos multimillonarios fondos de pensiones de Nueva York desinvertirán 4.000 millones de dólares de combustibles fósiles en un movimiento que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, calificó ayer como la mayor acción de estas características de Estados Unidos.

“Los combustibles fósiles no son únicamente malos para nuestro planeta o para nuestras comunidades que están en primera línea. Son una mala inversión”, dijo De Blasio.
Estos fondos de pensiones, los más grandes de Estados Unidos, ya se comprometieron el pasado diciembre a desprenderse a lo largo de los próximos cinco años de las acciones de empresas de combustibles fósiles que contribuyan al calentamiento global, pero no habían ofrecido una cantidad.

En concreto, el fondo del sistema de pensionistas del sector público y el de profesores retirados han aprobado retirar sus inversiones en este tipo de combustibles, mientras que un tercer fondo está estudiando la posibilidad.

El paso de De Blasio está alineado con los principios del Acuerdo Climático de París, así como con las llamadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras instituciones para avanzar hacia una economía verde y lograr un mundo con unas emisiones netas de carbono cero para el año 2050.

En Estados Unidos, el sistema de pensiones del sector público de California también ha dado pasos para reducir su huella de carbón.

Por otra parte, el gigante fondo de inversiones BlackRock amenazó ayer con retirar sus inversiones de las corporaciones más contaminantes.

El director ejecutivo del fondo, Larry Fink, instó a todas las empresas que desarrollen un plan sobre cómo su modelo de negocio puede ser compatible con una economía libre de emisiones netas de dióxido de carbono (CO2).