MEMPHIS. El veterano pívot Shaquille O’Neal ha comenzado a jugar su mejor básquetbol en más de un año y también ha recuperado su condición de líder dentro de los Phoenix Suns, con los que se convirtió en el octavo máximo encestador en la historia de la NBA.

O’Neal superó dos marcas, una buena y una mala

O’Neal, con un doble espectacular en el cuarto periodo del partido que los Suns ganaron por 101-89- a los Memphis Grizzlies, en el FedEx Forum, iba a conseguir superar al legendario Oscar Robertson en la lista de mejores encestadores en la historia del básquetbol profesional.

El pívot estrella de los Suns con 24 puntos llegaba a los 26.715, cuatro más que los conseguidos por Robertson (26.711) en su brillante, mientras que ahora el siguiente objetivo para O’Neal y que tiene a su alcance será superar los 26.946 que anotó otra leyenda, el pívot Hakeem Olajuwon.

«Todo ha sido hoy muy especial para mí, primero porque mi discípulo Amare Stoudemire se tuvo que ir antes de tiempo y debí cubrir sus espaldas y luego por superar a una leyenda como Oscar Robertson», comentó O’Neal, que ser refirió también a la expulsión de Stoudemire por doble falta técnica.

O’Neal con el humor que le caracteriza dijo que no hubo ningún problema porque el equipo respondió inteligentemente al pasarle el balón.

«Todo lo que había que hacer era pasar el balón al hombre alto más consistente en la historia del deporte», declaró O’Neal con una sonrisa. «Lo demostré en el campo».

O’Neal, que también aportó 13 rebotes y tres tapones, anotó 8 de 13 tiros de campo y sólo falló dos lanzamientos de personal.

O’Neal también dijo que se había sentido contrariado consigo mismo después de comprobar que ha fallado más de 5.000 tiros de personal.

«Sólo de pensarlo me siento mal, haber fallado 5.000 tiros libres, de haber anotado la mitad de ellos, ahora probablemente sería ya el número tres en la lista de todos los tiempos», señaló O’Neal.

Solamente otro legendario, el ya fallecido Wilt Chamberlain, superó los 5.000 fallos en los tiros de personal.

Scola brilla.  El alero argentino Luis Scola pasó su segunda Nochevieja en tierras tejanas después de completar su primer año completo con los Rockets de Houston sintiéndose «satisfecho y contento» por lo conseguido y la manera como concluyó el año. Luis Scola analiza todo lo que le dejó el año que pasó

«Al margen del triunfo que logramos esta noche, todo ha sido positivo en el 2008 al tener la oportunidad de llegar a la NBA, de jugar unos Juegos Olímpicos, ganar una medalla en Pekín, estar de nuevo en la NBA, y mantener lo que vine haciendo el año pasado, todo válido», declaró a EFE Scola al concluir el partido que los Rockets ganaron por 85-81 a los Bucks de Milwaukee.

Sin embargo, Scola considera que el momento más importante del año lo vivió en los Juegos de Pekín, donde logró su segunda medalla olímpica, la de bronce, con la selección nacional de baloncesto de Argentina.

«Su valor fue muchísimo, muchísimo. Obviamente, una medalla de oro –la consiguió en Atenas 2004– es el mayor, pero para mí esta de bronce está casi al mismo nivel», destacó Scola, quien brilla con luz propia. 

Las frases

Shaquille O’Neal

Todo ha sido hoy muy especial para mí, primero porque mi discípulo Amare Stoudemire se tuvo que ir antes de tiempo y debí cubrir sus espaldas y luego por superar a una leyenda como Oscar Robertson que le dio brillo a la NBA”.