Obama abre posibilidad juzgar funcionarios de gobierno Bush

Obama abre posibilidad juzgar funcionarios de gobierno Bush

WASHINGTON
AP.
El presidente Barack Obama dejó ayer abierta la puerta para juzgar a los funcionarios del gobierno de George W. Bush que sentaron las bases legales para los interrogatorios que algunos equiparan a tortura, por considerar que Estados Unidos “se extravió moralmente” con el uso de esas tácticas.

 La cuestión de si instruir o no de cargos a quienes elaboraron la justificación de esos métodos “será más una decisión para el secretario de justicia dentro de los parámetros de varias leyes y no quiero prejuzgar eso”, dijo Obama. 

El presidente discutió con la prensa las tácticas de interrogatorios a sospechosos de terrorismo al concluir una reunión en la Casa Blanca con el rey Abdulá II de Jordania.

 Obama dijo también que podría apoyar una investigación del Congreso sobre el programa de detenciones de supuestos terroristas en la era de Bush, pero sólo bajo determinadas condiciones, como por ejemplo si se hicieron sobre una base bipartidista.

 Dijo que le preocupa el impacto que las audiencias intensas y politizadas en el Congreso puedan tener sobre los esfuerzos del gobierno por lidiar con el terrorismo. 

El presidente había dicho antes que no deseaba ver juzgar a agentes de la CIA e interrogadores que practicaron el ahogo simulado y otras prácticas enérgicas de interrogatorios, siempre y cuando hubiesen actuado dentro de los parámetros fijados por sus superiores en el gobierno, que sostenían en ese entonces la legalidad de dichas prácticas.  La cuestión del tratamiento de detenidos en la era del terrorismo plantea a Obama un dilema político y práctico.  Durante la campaña presidencial demócrata, Obama censuró duramente esas prácticas y todavía siente la presión del ala liberal del partido para actuar con energía, pero también es criticado por los republicanos, entre ellos el ex vicepresidente Dick Cheney, quien afirma que el gobierno de Bush no recibe suficiente crédito por haber impedido un segundo ataque de la magnitud del ocurrido en 2001. 

Ahora que es presidente, Obama debe preocuparse aun más por la cuestión, puesto que supervisa todo el aparato de seguridad nacional, incluyendo el espionaje.

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