Washington, (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que la concesión hoy del Premio Nobel de la Paz tomó por completa sorpresa, afirmó que acepta el premio como un «llamamiento a la acción» para atajar los problemas mundiales.
Obama, que habló en la Rosaleda de la Casa Blanca, indicó que no percibe el galardón como un reconocimiento a sus «propios logros», sino como un respaldo a «las aspiraciones de gente en todos los países».
El premio, sostuvo el mandatario estadounidense, lo considera compartido «con todo aquel que lucha por la justicia y la dignidad».
El anuncio del Nobel de Paz, cuando Obama lleva apenas nueve meses en la Presidencia de EE.UU., fue acogido con estupefacción en Washington y en la Casa Blanca.