Obama achaca fracaso electoral de los demócratas a mal estado de economía

Obama achaca fracaso electoral de los demócratas a mal estado de economía

Washington, (AFP).- El presidente Barack Obama atribuyó este miércoles la rotunda victoria electoral de los republicanos en las elecciones estadounidenses al mal estado de la economía y se declaró dispuesto a negociar, pero sin aceptar que su proyecto político esté acabado.

«Creo que no hay duda que la principal preocupación de la gente es la economía. Y la razón por la cual expresaron una gran frustración es el hecho de que no avanzamos lo suficiente en la economía», declaró el mandatario. Los republicanos, que hace dos años parecían hundidos, resurgieron espectacularmente el martes para adueñarse de la mayoría en la Cámara de Representantes y acercarse estrechamente de la mayoría demócrata en el Senado.

 La oposición ganó 60 escaños en la Cámara de Representantes, donde ahora cuentan con 238 escaños de 435, y ganaron seis escaños en el Senado (100 en total), con otros 3 aún por decidirse. «Creo que tenemos que asumir la responsabilidad directa por el hecho de que no progresamos tanto como hubiéramos querido» en la recuperación económica y la creación de trabajos, añadió el presidente.

Obama, que tenía una amplia mayoría a su favor a su llegada al poder hace dos años, admitió que se sentía «mal» personalmente por este rotundo revés. El presidente aseguró estar dispuesto a trabajar conjuntamente con la oposición sobre la disminución del déficit público, uno de los temas mencionados repetidamente por votantes para expresar su frustración.

Pero rechazó que eso implique sólo a los demócratas. «Creo que eso es una cuestión importante tanto para demócratas y republicanos», dijo. El presidente lució serio y en ocasiones tenso ante las preguntas de la prensa. El Congreso y el presidente deberían «escuchar ante todo al pueblo estadounidense» advirtió previamente John Boehner, el futuro jefe republicano en la Cámara de Representantes, tras una conversación telefónica con Obama. La amplia derrota de los demócratas además se empeora con la pérdida de diez gobernaciones en todo el país.

Con menos de dos años en el poder, a Obama se le complica enormemente su agenda. El Congreso tenía pendientes importantes reformas, como la energética y la educativa. La reforma migratoria integral aparece muy lejana, a pesar de que el aún líder demócrata en el Senado, Harry Reid, prometió que volvería a plantear un debate sobre una iniciativa muy limitada, el Dream Act, para legalizar a los estudiantes indocumentados. «Esperamos que el presidente Obama vaya a respetar la voluntad del pueblo, cambiar el rumbo y comprometerse en hacer los cambios que (los estadounidenses) demandan», dijo Boehner.

 «Estabilizamos la economía. Creamos empleos en el sector privado», se defendió Obama. Sin embargo, «los estadounidenses no sienten los efectos de esos progresos», se lamentó. El 62% de los votantes afirmaron que la situación económica era la principal de sus preocupaciones. Ese enojo benefició en particular al Tea Party, un movimiento ultraconservador que provocó un auténtico sismo político tras su nacimiento hace año y medio.

 Las personas de la tercera edad, las mujeres, los blancos y los independientes castigaron a los demócratas. Tan sólo los afroamericanos y los hispanos demostraron ser un apoyo sólido para los demócratas. El 66% de los hispanos votaron por los demócratas en la Cámara de Representantes. Sin embargo, algunas de las estrellas políticas republicanas en los comicios son paradójicamente de origen hispano.

 Uno de los triunfadores fue Marco Rubio, republicano de 39 años de origen cubanoestadounidense, quien ganó una banca al Senado por Florida. Una republicana de origen hispano, Susana Martínez, ganó por primera vez una gobernación, y Brian Sandoval, otro republicano duro, obtuvo la de Nevada (oeste).

Tradicionalmente el partido en la Casa Blanca pierde escaños en el Congreso en las elecciones de medio mandato. Pero la derrota del martes fue particularmente dolorosa para Obama, un presidente que logró en poco más de año y medio aprobar una reforma de los servicios de la salud, lanzar un amplio programa de gasto público para sostener a la economía que perdía centenares de miles de empleos al mes, y aprobar otra reforma financiera de gran calado, para evitar crisis futuras.

Los republicanos han prometido para empezar que revocarán la vasta reforma de la salud y recortarán drásticamente el gasto público. 

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