Washington, (AFP) – El presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó este jueves equiparar la situación en México por el narcotráfico con la Colombia de hace 20 años, en declaraciones a un diario hispano, un día después de que la secretaria de Estado Hillary Clinton hiciera esa comparación.

«México es democracia amplia y progresiva, con una economía creciente y como consecuencia no puedes comparar lo que está pasando en México con lo que ocurrió en Colombia hace 20 años», dijo Obama, según citó en español el diario La Opinión de Los Angeles.

Clinton advirtió el miércoles que México «se está pareciendo cada vez más a Colombia hace 20 años, cuando los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país» y que los carteles de la droga muestran «señales de insurgencia» como la utilización de coches bomba.

Esta comparación fue rechazada por el gobierno y otros sectores de México. «Hay diferencias muy importantes entre lo que enfrentó Colombia y lo que enfrenta México», señaló el portavoz presidencial en seguridad nacional Alejandro Poiré.

El subsecretario de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, intentó aclarar el mismo miércoles las palabras de Clinton, al señalar que no debía confundirse el fenómeno en México con la insurgencia de Colombia, ya que los grupos criminales mexicanos «no buscan obtener el poder por razones políticas».

Este jueves un funcionario estadounidense que requirió el anonimato precisó que las palabras de Clinton no buscaban «demostrar que una insurrección política estaba en curso en México» porque «evidentemente, no es lo que ocurre».

Con sus palabras el miércoles, la encargada de la diplomacia estadounidense buscaba poner en evidencia «los desafíos lanzados a la autoridad del gobierno mexicano» por los carteles «en algunas regiones del país», un problema «similar al que conoció Colombia en su historia reciente», reiteró la fuente.

El gobierno estadounidense ha reforzado en los últimos meses su cooperación con el gobierno mexicano de Felipe Calderón, quien adelante una dura batalla contra los carteles de la droga, cuya violencia es responsable de más de 28.000 muertos en poco menos de cuatro años.