Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, destacó hoy que el presupuesto para los próximos dos años, que aumenta el techo de la deuda hasta 2017 y que fue aprobado este viernes en el Congreso, creará empleo, impulsará el crecimiento económico y “fortalecerá a la clase media».
Este nuevo presupuesto “es un recordatorio de que Washington aún puede optar por ayudar, en lugar de obstaculizar, el progreso de Estados Unidos”, subrayó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca. Además, el mandatario prometió firmar la ley presupuestaria en cuanto llegue a su escritorio.
El presupuesto recibió el visto bueno del Senado en una votación en la madrugada de este viernes con 64 votos a favor y 35 en contra, después de la aprobación en la Cámara de Representantes el pasado miércoles con el apoyo de 266 congresistas y la oposición de otros 167. Las cuentas fueron aprobadas con el respaldo de los demócratas, actualmente minoría en ambas cámaras, y el rechazo de gran parte de los republicanos, que controlan el Congreso.
El Departamento del Tesoro había alertado de que, si no se aprobaba un nuevo aumento del techo de la deuda, que permitirá al Gobierno seguir tomando prestado dinero para pagar sus gastos operativos, se corría el riesgo de que el Gobierno federal entrara en suspensión de pagos la próxima semana.
El acuerdo presupuestario también contempla un incremento del gasto interno y militar de 80.000 millones de dólares, a la vez que establece recortes a largo plazo en programas sociales como el sanitario Medicare para los ancianos, las prestaciones por discapacidad y la seguridad social.
El aumento del gasto debería evitar un cierre del Gobierno en diciembre, cuando vencerá la actual dotación de fondos para las agencias federales, y que no se repita una situación como la que se vivió en 2013, cuando la Administración estuvo paralizada parcialmente durante varias semanas por la falta de un acuerdo presupuestario.
Según Obama, este presupuesto “debería ayudar a romper el ciclo de cierres y crisis fabricadas que han dañado” a la economía estadounidense en los últimos años.
Asimismo, el gobernante urgió al Congreso a seguir trabajando en la aprobación de leyes de gasto que “inviertan en las prioridades de Estados Unidos sin ser desviadas por disposiciones ideológicas que no tienen cabida en el proceso presupuestario».