WASHINGTON. El presidente Barack Obama hablará del lado positivo del debate sobre la inmigración el viernes al presidir una ceremonia de ciudadanía en el Día de la Independencia para soldados que se alistaron para defender a Estados Unidos a pesar de que no eran ciudadanos estadounidenses.
Un total de 25 miembros de las Fuerzas Armadas pasarán el 4 de Julio como ciudadanos estadounidenses, después de que el subsecretario de Seguridad Nacional dirija el juramento de lealtad en una ceremonia el viernes en la Casa Blanca.
En el grupo hay 15 militares en servicio activo del ejército, la marina, la fuerza aérea y los marines, así como dos veteranos, un reservista y siete cónyuges, indicó la Casa Blanca, procedentes de 15 países.
La cuestión sobre la inmigración, que causa grandes divisiones políticas, está ganando atención después de una oleada de miles de niños centroamericanos que han llegado a Estados Unidos sin acompañantes.
La ley establece que deben ser devueltos a sus países de origen, lo que ha molestado a los defensores de un cambio en la política migratoria, que quieren que Obama permita quedarse a los menores.
Al mismo tiempo, Obama culpa a los congresistas republicanos por retrasar las reformas en esta materia. La amplia reforma migratoria aprobada el año pasado por el senado ha sido bloqueada por los líderes del congreso, que tampoco han hecho grandes avances para sacar adelante sus propias propuestas legislativas.
Obama anunció esta semana que, debido a la falta de acción de los parlamentarios, tomará medidas no legislativas para ajustar la política migratoria de Estados Unidos sin esperar al Congreso.