WATERLOO, Iowa, EE.UU. (AP) — El aspirante a la candidatura presidencial por los demócratas, Barack Obama, rechazó los comentarios del ex presidente Bill Clinton, quien dijo que el senador no está listo todavía para encabezar el país y que se muestra fuerte en las encuestas en Iowa sólo porque colinda con el estado que representa.

 “Cuando yo estaba 20 puntos abajo (en las encuestas), todos pensaban que yo era maravilloso. Evidentemente, las cosas han cambiado aquí en Iowa y en otros lugares”, dijo Obama el sábado, en una conferencia de prensa.

 Obama recorrió la zona centro-norte de Iowa, en la segunda jornada de una gira de cinco días por autobús. Realizó actos de campaña en cinco ciudades, el sábado, y mantendría un ritmo similar durante el resto de la gira por Iowa. 

El precandidato libra una cerrada competencia con Hillary Rodham Clinton y John Edwards en Iowa, a menos de tres semanas de que se realicen las asambleas del 3 de enero, que abrirán la temporada de primarias para definir el candidato presidencial.  Sus comentarios surgieron en medio de algunas evidencias de que la ventaja de la ex primera dama, otrora clara en muchos sondeos estatales, se ha desvanecido, y que el equipo de campaña de Clinton trabaja a marchas forzadas para recuperar las preferencias de los demócratas. 

En una entrevista transmitida el viernes en la cadena PBS, Bill Clinton sugirió que la experiencia de Obama en la vida pública –siete años en la legislatura estatal de Illinois antes de ser elegido senador en el 2004– resultaba insuficiente.  “Quiero decir, ¨cuál fue la última vez que elegimos a un presidente con base en un año de servicio en el Senado antes de que comenzara a competir?”, preguntó Clinton. “En teoría, podríamos encontrar a alguien que es un comentarista talentoso de la televisión y permitirle que se postule”.  Clinton añadió que la cercanía de Illinois con Iowa daba a Obama una ventaja sobre Hillary Clinton, senador por Nueva York, quien se crió en Illinois. 

Obama dijo que el ex presidente simplemente repitió un argumento que la campaña de su esposa ha esgrimido durante meses.