Obama discute su raza con humor

Obama discute su raza con humor

Washington, (AP).- Se trataba de discutir qué perro será el perro oficial de la Casa Blanca. El presidente electo Barack Obama prometió a sus hijas Sasha y Malia que les traería un cachorrito para vivir con ellos en la residencia presidencial. Y fue entonces que dijo una frase que hizo circular un escalofrío entre los políticamente correctos: «Mutts como yo».

«Mutt» es un término que muchas personas consideran ofensivo. Aplicado a perros, se refiere a un perro de raza indefinida, pero aplicado a personas, podría traducirse como «mestizo» o «mulato».

Obama dijo el viernes en una conferencia de prensa que preferiría conseguir un perro en un refugio para animales. Debido a que Malia, de 10 años, sufre de alergia, la familia quiere un perro «hipoalergénico». Y en los refugios para animales tal vez no pueda conseguirse esa clase de perros. «Obviamente, muchos perros de refugios para animales son ‘mutts’ como yo», dijo Obama.

Ya a estas alturas, todos saben que la madre de Obama era blanca y su padre era un negro nacido en Kenia, Africa. Pero muchos han eludido mencionar el color de su piel. O han hablado de «afro-estadounidense». El término «mutt» eriza a muchos los cabellos, pues tiene connotaciones racistas. Sin embargo, Obama parece sentirse bastante cómodo hablando de su mezclada raza en un país donde hasta la década del sesenta del siglo pasado prevalecía el lema «separados pero iguales», y donde la separación, en muchas partes del sur del país, incluía desde baños y bebederos públicos hasta asientos en autobuses.

Si Obama habló con tanta displicencia de su piel en el curso de su primera conferencia de prensa ¨no es factible que durante los próximos cuatro años el país escuchará muchas más menciones a la raza que nunca antes? Y eso, desde la Casa Blanca, y desde la perspectiva de un hombre negro.

Nadie cree que el presidente electo de Estados Unidos iniciará una cruzada sobre los derechos de los negros desde la Oficina Oval. Al menos, durante su campaña electoral, hizo escasas menciones al color de su piel. Prefirió un discurso de inclusión, no de exclusión. Su tópico principal fue la economía, y de cómo atenuar las dificultades financieras de decenas de millones de norteamericanos.

Pero al menos, sus palabras del viernes indican que Obama no considera la raza algo que no debe mencionarse o que sólo puede discutirse en susurros. Para Obama, la raza ha sido una parte definitoria de su vida, y se siente cómodo hablando de ese tópico.

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