Obama en la «Zona Cero» para homenaje a víctimas tras muerte de Bin Laden

Obama en la «Zona Cero» para homenaje a víctimas tras muerte de Bin Laden

NUEVA YORK, (AFP) – El presidente Barack Obama llegó este jueves a Nueva York para una visita a la «Zona Cero» tras la muerte de Osama bin Laden en Pakistán, cuyo ejército amenazó con cesar su cooperación militar con Estados Unidos.  

«Lo sucedido el domingo, gracias al coraje de nuestros militares y al trabajo extraordinario de nuestros servicios de inteligencia, envió un mensaje al mundo entero, pero también a casa: cuando decimos que no olvidaremos nunca, va en serio», dijo Obama al visitar un cuartel de bomberos cerca del lugar.  

La visita está cargada de simbolismo, cuando el presidente deposite una ofrenda floral en el sitio devastado por los ataques del 11 de setiembre de 2001 que dejaron cerca de 3.000 muertos y donde ahora se levantan varios rascacielos en construcción.  

«Fantástico», dijo a la AFP Alfred Douglas, un obrero de 49 años que trabaja en la Torre Cuatro y que estaba en el lugar durante los atentados. «Quiero decirle a Obama que hizo un muy buen trabajo: ¡Misión cumplida!»  

La Casa Blanca aseguró que no se trata de una visita para cantar victoria sino de una forma de homenaje a las víctimas de los ataques que desencadenaron la controvertida guerra global de Estados Unidos contra el terrorismo.  

El portavoz de la Casa Blanca Jim Carney dijo que la muerte de Bin Laden había sido «un momento de catarsis significativo para el pueblo norteamericano» y que Obama «quiere rendir homenaje al espíritu de unidad que todos sentimos tras aquel terrible ataque».  

La Casa Blanca trató de eludir la controversia sobre las circunstancias exactas de la redada que acabó con la muerte de Osama bin Laden, destacando por otra parte que la peligrosa misión se ejecutó «perfectamente».  

Funcionarios gubernamentales se negaron a dar más detalles de la operación contra el líder de Al Qaida, tras verse obligados a modificar el relato de lo que sucedió exactamente cuando los efectivos SEAL de la Marina ingresaron en Pakistán en una acción encubierta el domingo.

Carney, dijo a los periodistas en el avión presidencial que después de revisar los detalles de la operación y ofrecer nueva información de lo ocurrido, Washington no rendiría más cuentas públicamente.  

«Lo destacable aquí es que un grupo de extraordinarios efectivos estadounidenses viajó a un país extranjero en la oscuridad de la noche y… perfectamente ejecutó una misión y logró una meta que Estados Unidos de América tenía desde el 9/11, hace casi 10 años», dijo.   

El ejército paquistaní admitió el jueves «fallas» en la tarea de inteligencia para localizar a bin Laden, pero amenazó con revisar su cooperación con Washington en caso de otro ataque estadounidense al estilo del que mató al líder de Al Qaida.

Además, el jefe de Estado Mayor de las influyentes fuerzas armadas paquistaníes, Ashfaq Parvez Kayani, ordenó que se reduzca el número de instructores militares estadounidenses en Pakistán al mínimo posible.  

«Si bien admitimos nuestras fallas» en materia de inteligencia para encontrar a Bin Laden, los «logros» al respecto no admiten comparación, indicó el Estado Mayor en un comunicado.  

El ramo de flores de Obama será en homenaje a los cientos de bomberos y demás socorristas que perecieron en las torres gemelas. «También se reunirá en privado con los familiares de las víctimas y de los socorristas», dijo Carney.  

Tras el operativo contra Bin Laden, las encuestas revelaron un inmediato incremento de la popularidad e incluso el difícil establishment de Washington cerró filas en torno al presidente.  

Pero la Casa Blanca parece estar decidida a evitar dar una imagen de excesivo triunfalismo o de ceder a la tentación de explotar los hechos con fines electorales.   Obama invitó incluso a la ceremonia a su predecesor George W. Bush, que era presidente cuando ocurrió el 11 de setiembre y fue muy criticado cuando lanzó su «guerra contra el terrorismo», pero el ex mandatario no aceptó.  

La voluntad de mantener una atmósfera de dignidad tras la muerte de Bin Laden se tradujo además en la negativa de Obama de autorizar la difusión de fotografías del cuerpo muerto de su enemigo, reclamada por algunos medios. 

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