Obama habla
sobre América Latina

Obama habla<BR>sobre América Latina

El presidente de EE.UU., Barack Obama, subrayó ayer el compromiso de su Gobierno para estrechar los lazos con América Latina sin «dictar» políticas, y lamentó no tener «un botón» para restaurar en el poder al depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya.    Obama sostuvo  un encuentro en la Casa Blanca con un reducido grupo de medios en español,  en el que repasó la política de Estados Unidos con América Latina.

Washington.EFE. El presidente de EE.UU., Barack Obama, subrayó ayer el compromiso de su Gobierno para estrechar los lazos con América Latina sin “dictar” políticas, y lamentó no tener “un botón” para restaurar en el poder al depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya.

Obama sostuvo ayer un encuentro en la Casa Blanca con un reducido grupo de medios en español, entre ellos Efe, en el que repasó la política de Estados Unidos con América Latina y en especial la situación en Honduras, Colombia y México.

Durante los 45 minutos que duró el encuentro, Obama se esforzó en dejar claro el cambio de política que su Gobierno impulsa en la región y, en este contexto, calificó de irónico que “algunos de los que han criticado la injerencia de EE.UU. en América Latina, se quejen ahora de que no está interfiriendo lo suficiente».

El mandatario, quien llegó al poder con promesas de mejorar la mancillada imagen de Estados Unidos en el mundo, hizo hincapié en que la intención de su país es forjar alianzas en la región y no imponer su voluntad.

Estados Unidos no pretende “dictar lo que sucede con nuestros vecinos. Eso es lo que estamos haciendo”, enfatizó.

El encuentro se celebró en vísperas de su segundo viaje a México desde abril pasado, esta vez para asistir entre el 9 y 10 de agosto a la Cumbre de Líderes de América del Norte, en Guadalajara.

Bases militares.-  Preguntado por Efe sobre Colombia, Obama fue enfático al indicar que su Gobierno no ha autorizado ni tiene planes de establecer una base militar en ese país.

“Creo que es un buen momento para desbancar el mito de que estamos estableciendo bases militares estadounidenses en Colombia. Esa declaración no se apoya en los hechos, así es que seamos absolutamente claros- tenemos un acuerdo de seguridad con Colombia desde hace muchos años y lo hemos actualizado”, explicó Obama. Sin citar nombres, -no habló de Venezuela en ningún momento- Obama aseguró que “algunos en la región están intentando jugar un papel utilizando la tradicional retórica antiyanqui».

La frase

Barack Obama

Creo que es un buen momento para desbancar el mito de que estamos estableciendo bases militares en Colombia. Esa declaración no se apoya en los hechos, así es que seamos absolutamente claros- tenemos un acuerdo de seguridad con Colombia”

Sobre Zelaya

Respecto a la crisis en Honduras, Obama dijo, con contundencia, que Estados Unidos quiere ver el restablecimiento del depuesto presidente, Manuel Zelaya, para que pueda completar su mandato hasta enero de 2010. Pero, dijo, “no puedo presionar un botón y de repente reinstaurar al señor Zelaya». Aseguró que, desde que sucedió el golpe de Estado el pasado 28 de junio, Estados Unidos fue “muy claro” al indicar que eso era “ilegal». Reiteró que su país respalda las gestiones del presidente costarricense, Óscar Arias, pero quiere que el asunto se aborde en un “contexto internacional” porque Estados Unidos es “un solo país entre tantos».

Obama también hizo amplias referencias a la lucha contra los carteles de la droga en México, que es otro foco de tensión en la región y algo que atañe a Estados Unidos, y no solo porque el consumo de drogas y el flujo ilegal de armas y dinero en efectivo hacia el sur nutren la violencia del narcotráfico. La narcoviolencia se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas -unas 4.000 en lo que va de 2009- desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, que llegó al poder en diciembre de 2006, le declaró la guerra a los narcos. Obama ve esa respuesta militar contra los narcos como un acto de valentía -Calderón, dijo, “está haciendo lo correcto»-, pero grupos defensores de los derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional, quieren que el Congreso congele parte de la ayuda destinada a la Iniciativa Mérida.

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