Obama impulsa plan de empleos para las pequeñas empresas

Obama impulsa plan de empleos para las pequeñas empresas

Anna Fifield 
 Washington

El presidente Barack Obama instó al Congreso a que pasara inmediatamente un paquete de empleos para la pequeña empresa de US$30 millardos, así como también proporcionar alivio fiscal para las compañías de Estados Unidos que han sido peor afectadas por la recesión.

Se estima que las pequeñas empresas han perdido aproximadamente 2.4 millones de empleos entre mediados del 2007 y finales del 2008, y la falta de creación de empleos, incluso cuando la economía se recupere, representa el mayor desafío local para el gobierno de Obama.

“ste no es un problema republicano o demócrata. Esto no debería ser un problema de un gran gobierno versus un pequeño gobierno”, le dijo Obama a un grupo de propietarios de pequeñas compañías.

“Este es un problema que implica poner al gobierno del lado de los propietarios de pequeñas empresas que son los que crean la mayoría de los empleos en este país. Se trata de darles créditos fiscales y préstamos y reducciones fiscales, de forma que ellos puedan crecer y mantenerse contratando”, agregó.

El gobierno ha propuesto un fondo de US$$30 millardos para aumentar los préstamos para las empresas pequeñas, las cuales continúan reportando problemas en acceder al crédito a consecuencia de la crisis financiera, y planean expandir sus operaciones. El fondo ayudaría a los bancos de pequeñas comunidades y vecindarios con activos por encima de los U$10 millardos para incrementar los préstamos a las empresas pequeñas. Estas usarían dinero del Programa de Alivio de Activos Afectados.

La Casa Blanca también desea un nuevo pequeño programa de crédito empresarial que ayudaría a expandir los préstamos privados para las empresas pequeñas y fábricas en un momento en que algunos estados están reduciendo los programas de préstamos debido a los problemas presupuestarios.

El comité  de servicios financieros de la Cámara de Representantes aprobó el Acta del Fondo de Préstamos de la Pequeña Empresa la semana pasada y espera que sea llevado a la Casa Blanca, así como también muy pronto al Senado.

“Yo insto a ambas cámaras a actuar sobre estas propuestas tan pronto como sea posible”, expresó Obama, diciendo que el paquete se trataba de liberar el gran poder de nuestra economía y la ingenuidad de nuestra gente”.

Con la tasa de desempleo quedando obstinadamente alrededor de una marca de un 10%, los empleos y la economía son un asunto político mayor para Obama y para los demócratas que están gobernando, ya que ellos se dirigen hacia las elecciones congresionales en noviembre.

Los republicanos están atacando prácticamente cada proyecto del gobierno, esperando la capitalización sobre el continuo malestar económico sentido en Main Street, mientras ellos tratan de ganar las mayorías en la Casa Blanca y el Senado.

Las claves

1.  Paquete en el Congreso

Obama busca que el Congreso apruebe rápidamente  un paquete de empleos para la pequeña empresa de US$30 millardos, también proporcionar alivio fiscal para las compañías  más afectadas.

2.  Préstamos para pymes

El gobierno ha propuesto un fondo de US$$30 millardos para aumentar los préstamos para las empresas pequeñas, las cuales continúan reportando problemas en acceder al crédito a consecuencia de la crisis financiera, y planean expandir sus operaciones.

Las finanzas: Una división  más amplia luego de la crisis

Tom Braithwaite y Francesco Guerrera

Una devastadora crisis financiera provoca angustia pública, audiencias congresionales y la amplia revisión de la regulación, todo dirigido por los titanes de Wall Street, quienes advierten que las nuevas normativas causarán que el crédito se contraiga y perjudiciales negociaciones a lo largo de América.

A Ferdinand Pecora le habrían parecido familiares las actuales batallas entre Wall Street y Washington. En 1932, con Estados Unidos en medio de la Gran Depresión, el jefe del consejo para el comité bancario del Senado nacido en Sicilia, se volvió un nombre conocido gracias a su fuerte interrogatorio de John Pierpont Morgan y otras lumbreras líderes del área de las finanzas.

“Verdaderamente, si usted ahora presta atención a los oráculos de The Street, usted ahora y entonces, oirá que los cambistas han sido muy malignos”, escribió Pecora más adelante en el Wall Street Ander OTA, escritos frecuentes de sus memorias. “Usted se asegurará de que ellos simplemente fueron chivos expiatorios”.

El libro ya no se ha vuelto a imprimir, pero la próxima vez que Lloyd Blankfein, jefe ejecutivo de Goldman Sachs, o Jamie Dimon, jefe de la epónima institución de JPMorgan, sean convocados a Washington, ellos deberían pasar por la Biblioteca del Congreso para leerlo.

Esto debe ayudarlos a evitar los errores de sus antecedentes, quienen antagonizaron los políticos tan exitosamente como los banqueros de hoy. Los miembros del congreso que investigan la crisis financiera deben también recuperar el libro.

 Las modernas audiencias, mientras ellos han descubierto cierta información y traído cierta catarsis, han carecido de la prueba de rayos láser que suministró el incisivo estilo de Pecora.

El mes próximo, después de un año de deliberación, el presidente Barack Obama firmará la reforma financiera y la convertirá en ley, el producto que surgió de un anteproyecto que pasó hace un año por la Cámara de Representantes y una versión que circuló la semana pasada por el Senado.

Inusualmente, el anteproyecto del Senado es más difícil que la versión de la Cámara. Este fue guiado en gran parte por el anuncio del presidente en enero, después de que el anteproyecto fuera pasado por la Cámara, ya que él quiso que siguiera adelante, forzando a los bancos a salir de negocios más riesgosos, un débil eco del punitivo celo hacia Wall Street de su predecesor durante la era de la Depresión, Franklin Roosevelt.

Ahora, como en los años 30, ninguna de las partes parece capaz de comunicarse efectivamente con la otra. En las entrevistas con los oficiales del gobierno de Obama, miembros del Congreso, reguladores y banqueros, la mayoría dicen que Washington y Wall Street han comenzado a distanciarse más para comprender tanto lo técnico como lo cultural.

Esto le importa a Estados Unidos y más allá, porque cuando la relación se rompe se hace más probable que de todas formas los bancos sean afectados por las normativas impracticables que producen la contracción del crédito o dejan sin la adecuada supervisión, produciendo una repetición del comportamiento riesgoso detrás de la actual crisis. Ambos pueden tener agobiantes consecuencias para la economía más grande del mundo.

Durante décadas de desregulación, los políticos prestaron escasa atención a la creciente complejidad de las finanzas que contribuyeron a la más virulenta crisis desde los años 30, hundiendo a Estados Unidos en una profunda recesión y dejando millones de desempleados. En el subsiguiente clima de antipatía mutua, personificada por la advertencia de Obama de que él era la última barrera entre los banqueros y los bieldos, el Congreso está tomando medidas drásticas sobre los bancos que usan la legislación, lo cual pocos legisladores comprenden totalmente.

Zoom

Obstrucciones

Los bancos todavía tienen canales de comunicación con Washington, pero se han obstruido por las nocivas repercusiones de los rescates, bonos consecutivos y cargos por fraude. Los banqueros reclaman que la impracticable legislación está dirigiendo a consultar los libros de estatutos y sus llamados para rectificar que sus más deslumbrantes defectos están cayendo en oídos sordos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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