Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, inició hoy con una reunión con líderes empresariales y agrícolas una campaña para dar a conocer los beneficios del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), cuya aprobación en el Congreso no será fácil dada la oposición de muchos demócratas.
“Será un enorme logro para nosotros tener a un 40 % de las economías mundiales operando bajo reglas que no nos hacen daño”, defendió Obama en unas breves declaraciones en la sede del Departamento de Agricultura en Washington.
El mandatario dijo que sospecha que la “desinformación” sobre el TPP, cuyas negociaciones entre los 12 países involucrados se cerraron este lunes en Atlanta (EE.UU.), “se propagará como ocurre normalmente con este tipo de acuerdos».
No obstante, se mostró confiado en que el Congreso estadounidense aprobará finalmente el TPP, el tratado comercial más ambicioso jamás creado y en el que participan EE.UU. y Japón -primera y tercera economía mundial, respectivamente-, junto con Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Obama citó como ejemplos que los aranceles del 38 % que Japón impone a la carne de vacuno estadounidense o del 70 % establecidos para los automóviles que se exportan a Vietnam se reducirán “en su mayoría a cero” gracias al TPP.
Según explicó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, uno de los “mayores ganadores” con este acuerdo será el sector agrícola estadounidense y eso es lo que Obama quiso enfatizar hoy con su visita al Departamento de Agricultura.
El TPP, que aún debe ser aprobado en los parlamentos de los 12 países firmantes para entrar en vigor, es un elemento clave de la política exterior de Obama, uno de cuyos objetivos es priorizar la relación con la región de Asia-Pacífico para hacer frente a la influencia de China.
Los defensores del TPP, entre ellos la mayoría republicana que controla hoy el Congreso, argumentan que este acuerdo abre nuevos mercados a los productos estadounidenses y eso repercutirá favorablemente en los trabajadores del país. Sus detractores, por contra, sostienen que el TPP generará pérdidas de empleos en EE.UU. en beneficio de países con salarios más bajos.
Un grupo de demócratas de la Cámara baja está pidiendo a los aspirantes de ambos partidos a la Casa Blanca que se opongan al TPP, un asunto que va a ser importante en la contienda de cara a las elecciones de 2016. El candidato presidencial demócrata Bernie Sanders, también senador, lleva años criticando el TPP y, tras el anuncio del final de las negociaciones, denunció que “Wall Street y las grandes corporaciones” serán las principales beneficiadas con este acuerdo.
En junio pasado, el Congreso aprobó gracias a la mayoría republicana la ley conocida como “vía rápida”, que otorga poderes especiales de negociación de tratados comerciales internacionales a Obama.
Con esa ley, Obama podrá presentar al Congreso el TPP y los legisladores únicamente tendrán la capacidad de votar a favor o en contra del pacto, pero no de enmendar detalles o utilizar minorías de bloqueo. Los congresistas tienen 90 días para revisar el TPP y la votación sobre el pacto se espera, como pronto, para febrero de 2016.