Obama llega a la Cumbre de las Américas bajo la sombra de Cuba

Obama llega a la Cumbre de las Américas bajo la sombra de Cuba

México,  (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llega hoy a Puerto España para participar en una V Cumbre de las Américas, que amenaza con desarrollarse a la sombra de Cuba, el país ausente.

Obama tiene previsto aterrizar procedente de México a las 15.45 horas locales (20.45 GMT), tras lo cual participará en la ceremonia de inauguración de la Cumbre y en una bilateral con el primer ministro del país anfitrión, Patrick Manning.

Concluirá su jornada con una reunión con los representantes de los países de la Comunidad del Caribe (Caricom).

Según ha afirmado el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, Obama acude con la intención de «escuchar, aprender y ayudar a liderar» en asuntos como la lucha contra la crisis económica, la cooperación energética o la seguridad ciudadana.

Así lo ha declarado también el principal asesor de la Casa Blanca para América Latina, Dan Restrepo, que aseguró que «el foco principal» de la reunión será la crisis económica.

Pero los países ya han expresado su intención de poner sobre la mesa la cuestión cubana, el único país americano ausente de la reunión debido a que no es un régimen democrático.

El presidente boliviano, Evo Morales, anunció que presentará una propuesta de resolución que exige el fin del embargo estadounidense a Cuba, una cuestión sobre la que existe práctica unanimidad en toda Latinoamérica.

Y el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha amenazado con vetar la declaración final.

Obama ordenó el lunes el levantamiento de las restricciones a los viajes de los familiares y el envío de remesas a Cuba, así como una serie de medidas para facilitar las comunicaciones entre Estados Unidos y la isla.

Según ha explicado el presidente, se trata de una medida de «buena voluntad». «Esperamos que (Cuba) envíe señales de que están interesados en una liberalización de modo que no solo mejoren las relaciones estadounidense-cubanas, sino que la iniciativa, la creatividad y la energía del pueblo cubano se pueda poner en marcha».

El presidente estadounidense se opone a un levantamiento del embargo -que la ley estadounidense de todos modos le prohíbe eliminar por iniciativa propia-, ya que considera que Cuba debe tomar antes medidas como la puesta en libertad de los presos políticos o el respeto a la libertad de prensa, de expresión o de viaje.

«Queremos estar abiertos a un acercamiento. Pero hacerlo de tal manera que se mantenga el foco en las penalidades y las luchas por las que atraviesan aún muchos cubanos», declaró Obama en una rueda de prensa conjunta con el presidente mexicano, Felipe Calderón.

Si Obama pensaba que con ello iba a neutralizar las demandas del resto de los países del continente, se equivocaba.

En la misma rueda de prensa, Calderón le pidió que reflexionara acerca de «si el embargo contra Cuba ha funcionado».

«No creemos que el embargo o el aislamiento de Cuba sean una buena medida para que las cosas cambien en Cuba», declaró el presidente mexicano.

Obama también dialogó por teléfono el jueves con su colega brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, uno de los más ardientes defensores de que Estados Unidos suavice sus relaciones con la isla.

Pero ante el peligro de que la reunión se «cubanice», el propio presidente estadounidense ha instado a centrarse en los asuntos de la agenda de la reunión.

En un artículo de opinión que publicaban el jueves varios diarios latinoamericanos, Obama afirmó: «Debemos elegir el futuro sobre el pasado, porque sabemos que el futuro guarda tremendas oportunidades si colaboramos».

Durante su participación en la cumbre, el presidente estadounidense tiene previsto mantener una serie de reuniones multilaterales, con los países suramericanos el sábado y el domingo con los centroamericanos.

El programa oficial no contiene bilaterales, aunque la Casa Blanca no ha cerrado la puerta a que puedan producirse.

Lo que sí ha descartado tajantemente es que vaya a producirse un encuentro bilateral con Chávez. Pero si el mandatario venezolano -puntualiza Gibbs- lleva a Obama a un aparte, «cada vez que yo he hecho hemos tenido una conversación, así asumo que pasaría lo mismo». EFE

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