Obama necesita movimientos más decisivos en el Congreso

Obama necesita movimientos más decisivos en el Congreso

Clive Crook
Barack Obama continúa titubeando sobre la decisión de la cual puede que no haya regreso y la cual podría sellar el destino de su presidencia. ¿Acaso él defiende a los demócratas del Congreso para poder recuperar la estima de medio país y conseguir ser reelegido en el 2012? O él lucha por los principios progresivos, que alienan adicionalmente a los votantes independientes que se cambiaron al Partido Republicano en las elecciones de medio término y se conforman con un solo periodo. 

Usted podría pensar que el compromiso que él contrajo con los republicanos de extender las tasas fiscales actuales para todos los americanos, antes que aumentarlas a las familias de altos ingresos, que él anteriormente defendía, resuelve el asunto. Debería, pero no lo ha hecho.

Verdaderamente, a los demócratas congresionales les está dando un ataque de nervios en lo que respecta al acuerdo. A Obama le están llamando traidor y despreocupado. Los demócratas de la Cámara se están revelando, amenazando con bloquear el convenio y dejar que los impuestos de todo el mundo suban el mes próximo como un último gesto fútil antes de que la nueva mayoría republicana se haga cargo y lo anulen. Se habla de retar a Obama en las primarias del 2012.

A pesar de todo esto, Obama está todavía indeciso. En la extraordinaria conferencia de prensa que siguió a su anuncio, él comenzó con una apología para los demócratas. Esto fue un maltrato, él admitió, un terrible trato. Fracasar en aumentar los impuestos para las familias que hacen más de $250,000 al año, “los millonarios y billonarios”, como él los pone, estuvo muy mal. Pero los republicanos han tomado al país de rehén. Él odia lidiar con esas personas y prometió que no sucedería otra vez, pero en esta ocasión si él no paga el rescate, subirían los impuestos de todo el mundo. ¿Qué más él podría hacer?

Dado que los republicanos sólo han ganado una elección, llamarlos enemigos públicos es de valientes. Pero el presidente no ha terminado. Después de atacar a su propio acuerdo y por el otro lado expresar satisfacción, él acabó sugiriendo a los demócratas que adoptaran el bipartidismo. Las políticas, él dijo, tienen que ser de dar y recibir: no todo el mundo está de acuerdo con la página editorial del New York Times, de que fuera una concesión. Hay que recordar, él dijo, que E.U. está instituido sobre el compromiso. Sin este, la unión no habría sobrevivido.

¿Podría alguien de la Casa Blanca por favor decirle a Obama que él no puede tener las dos cosas? Además, a) Que los republicanos están mal, y que lidiar con ellos es repugnante y solamente usted lo hace con una pistola apuntándole a su cabeza; o b) ellos son conciudadanos americanos, con opiniones legítimas, por el momento respaldados por la mayoría del electorado, y trabajan con ellos (por muy difícil que ellos lo hagan) es una obligación presidencial. Ninguna de estas posiciones es coherente. Tratar de mantener ambas es una fórmula para una enfermedad mental.

Por supuesto, la posición de Obama no podría ser más difícil. Los republicanos congresionales son verdaderamente un grupo irrazonable, intransigente e imprudente, mucho mejor en bloquear políticas. Grandemente fortalecidos por las elecciones de medio término, ellos saben que tienen al presidente bajo presión. Ellos no cooperarán voluntariamente, razón por la cual ellos tendrán que ser manipulados.

Y cuando Obama trate de hacer eso, los demócratas estarán ahí para ponerle el cuchillo al cuello. Usted pensaría que su partido estaría complacido por el registro de la reforma de asistencia de salud que fue promulgada a pesar de las objeciones del público, pero todavía muchos expresan sólo decepción. Nada compensa la falta de adjudicar el impuesto a las familias que tienen un ingreso de más de $250,000 al año. La asistencia sanitaria universal está muy bien, pero son los impuestos más altos sobre los ricos lo que define ser un demócrata, o así uno debe uno concluirlo.

El demócrata de izquierda no conseguiría nada más que un 80% de sus objetivos. El acuerdo con los republicanos concedió el impuesto de clase media y extendió los beneficios de los desempleados, la reducción de impuesto de nómina y otros cambios fiscales útiles para aquellos de ingresos bajos o moderados, todo lo que los demócratas querían y que de hecho se agregó al plan. La izquierda desea tirar esto bien lejos ya que con este no consiguió el incremento fiscal para las familias de altos ingresos. Si al final ellos deciden seguir juntos, como probablemente será, ellos se estarán quejando al respecto desde ahora hasta noviembre de 2012.

El compromiso de Obama fue correcto y él lo hizo por la razón correcta, por el bien del país. Es dudoso que ninguno de los partidos, en su actual actitud, pueda alinearse con ese objetivo, pero el único camino que le queda a Obama es seguir tratando. Con dos años de tardanza, él debe comenzar a hacer una demostración para el país, por encima de los jefes de ambas tribus de Washington. Si él no puede hacer entrar en razón a los republicanos o a su propio bando, todo lo que queda es la opinión pública. Esta es su única palanca real, su mensaje debe ser mucho más deliberado y consistente.

La comisión bipartidista que el nombró para buscar formas de frenar los préstamos a largo plazo ha suministrado el manifiesto. Todo está ahí, propuestas concretas y viables que resuelven el problema fiscal a largo plazo. Muchos demócratas rechazan los recortes de gastos y reformas de derecho; muchos republicanos descartan los incrementos de impuestos. Todavía un número sorprendente de ambos lados han respaldado el plan, el cual es un inicio, y es capaz, dado el fuerte liderazgo presidencial, de comandar el apoyo público.

Los comentarios de Obama sobre las propuestas fueron poco entusiastas y sin compromiso. Él necesita comenzar a liderar. Él ya no tiene nada 

Las claves

1.  Los Republicanos

 Son verdaderamente  intransigente e imprudente, mucho mejor en bloquear políticas, están  fortalecidos por las elecciones de medio término, ellos saben que tienen al presidente bajo presión.

 2.  Opción para  Obama

 Los Republicanos  no cooperarán voluntariamente, razón por la cual tendrán que ser manipulados.

3.  La asistencia sanitaria

 Está muy bien, pese a    los altos impuestos sobre los ricos.

4.  Acuerdo con oposición

El acuerdo con los republicanos concedió el impuesto de clase media y extendió los beneficios de los desempleados y otros cambios fiscales útiles para aquellos de ingresos bajos o moderados.

Republicano jefe de asuntos financieros cámara lanza alerta

Tom Braithwaite.  Washington. Ron Paul, el recién facultado regulador de la Reserva Federal en la Cámara de Representantes, dijo que Estados Unidos estaba al borde de una crisis de divisas provocada por la política monetaria y prometió introducir exhaustivas auditorias del banco central.

Paul, autor libertario de El final de la Fed, un ataque polémico sobre la banca del 2009 que se volvió sorpresivamente un best seller, fue la semana pasada nombrado por sus compañeros republicanos para ser jefe del subcomité de servicios financieros de la Cámara que examina la política monetaria.

 “Lo que realmente temo es que cuando la Fed llegue a un fin no será por mi proyección, sino que terminará con una catastrófica crisis financiera del dólar”, dijo Paul. “Esta crisis, cuando llegue, y yo pienso que nos estamos aproximando a ella, afectará a todo el mundo debido a que el dólar es una importante moneda. Pienso que nos estamos moviendo en tiempos muy peligrosos.

Las ambiciones del congresista tejano no llevan a un final abrupto para el banco central. Pero él desea reintroducir la legislación para auditar la Fed. Mientras Paul puede haber sido ignorado una vez como un maniático por su investigación. Últimamente él ha obtenido un amplio apoyo de izquierda y derecha para sus intentos de incrementar la transparencia.

Los legisladores de E.U. están orgullosos de su agresiva respuesta a la crisis financiera y sostiene que la gran cantidad de programas de liquidez hacen posible que el poder de la Fed pueda mostrarse superior a la respuesta europea.

Entre la amplia sospecha pública, Ben Bernanke, presidente de la Fed, y otros gobernadores de la Fed han hecho oficial su defensa del plan de estímulo monetario de $600 millardos, o alivio cuantitativo, que el banco lanzó el mes pasado para poder reducir las tasas de interés a largo plazo.

La semana pasada vieron los rendimientos de bonos de la Tesorería de E.U. incrementar fuertemente, a pesar del movimiento de la Fed, haciendo las hipotecas más caras para refinanciar y adquirir. Paul ve el despertar de los americanos a lo que él ve como las peligrosas políticas de la Fed.

 “Nadie entenderá realmente esto hasta que vea las presiones inflacionarias, cuando las tasas de interés  más altas y los precios comiencen a moverse juntos y yo pienso que ellos ya han comenzado a moverse en esa dirección”, él dijo. 

Zoom

Conflictos

Paul, quien es de voz suave y tiene cordiales debates con Bernanke a pesar de su posición anti-Fed, dijo que no había nada bueno en el “tiri-jala esotérico” con el presidente de la Fed en las audiencias congresionales.

En cambio, él desea miembros de las Escuela Austriaca de Economía debatan a Paul Krugman, el ganador del premio Nobel y abanderado de los liberales.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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