WASHINGTON (AP) — Barack Obama es bastante popular entre los demócratas con títulos universitarios y salarios altos. Pero a menos que logre ampliar su base, podría correr la misma suerte que otros aspirantes a la postulación presidencial que prometían y se desinflaron, como Gary Hart, Paul Tsongas y Bill Bradley. 

Esos tres candidatos tenían el apoyo de los demócratas de clase alta y, al igual que Obama, generaron grandes expectativas de entrada. Pero al final fueron derrotados rivales que lograron ampliar sus bases.

  Una reciente encuesta de Associated Press-Ipsos indicó que Hillary Rodham Clinton encabeza la contienda interna demócrata con un 33% de la intención de voto, contra un 21% de Obama.

 Clinton le saca amplias ventajas a Obama entre las mujeres, sector en el que su arrastre duplica el de su principal rival.

 Clinton también aventaja a Obama entre los demócratas de bajos ingresos y escasa educación. Supera en proporción de cuatro a uno a Obama entre las personas que ganan menos de 25.000 dólares anuales y por tres a uno entre las que no tienen estudios universitarios.

Las preferencias están divididas por partes iguales entre los más educados y los que más ganan.  “La brecha entre los votantes de clase alta y el resto se está ampliando”, expresó Richard Underwood, de 50 años, de Carbondale, Illinois, quien es subdirector de un negocio de vídeos y apoya a Clinton. “Creo que ella está al tanto de este fenómeno y espero que evite que los ricos se queden con todo el dinero y los pobres con nada”.

 El pobre desempeño de Obama entre la gente de bajos ingresos y escasa educación se debe en parte al hecho de que muchos votantes todavía no prestan atención a una contienda muy distante. Recién dentro de siete meses comenzarán a votar.

La delantera de Clinton se debe en buena medida a que todo el mundo la conoce, mientras que Obama es una figura bastante nueva.

 Obama llegó al Senado hace poco más de dos años, sin haber tenido antes una estatura nacional, y uno de cada siete votantes no lo conoce, según una encuesta realizada este mes por el Centro de Investigaciones Pew, que es independiente.

 “Los votantes no nos conocen bien. Tenemos que diseminar nuestras ideas. Para eso están las campañas”, declaró Cornell Belcher, encuestador de Obama.

 El discurso de Obama, que hace hincapié en una actitud optimista y en ideas nuevas, resulta más atractivo a los demócratas acomodados, según analistas políticos. Clinton, por otra parte, se beneficia de la popularidad de su marido, el ex presidente Bill Clinton, entre las clases bajas.  “Estos votantes la ven  una diferencia”.