WASHINGTON. AFP. Barack Obama ordenó aplicar su nueva estrategia en Afganistán sin dar a conocer antes, como estaba previsto, la que podría ser una de las decisiones más arriesgadas de su gobierno: el probable envío de miles de soldados estadounidenses suplementarios a una guerra mortífera.
Desde el domingo el presidente Obama «comunicó su resolución definitiva en la oficina oval en lo que respecta a la estrategia y dio sus órdenes para la puesta en marcha de la estrategia», dijo su portavoz, Robert Gibbs. El lunes se mantenía en contacto a través de videoconferencia o por teléfono con líderes mundiales como Gordon Brown, Nicolás Sarkozy y Dmitri Medvedev.