Obama pasa del triunfo embriagador a una realidad desafiante

Obama pasa del triunfo embriagador a una realidad desafiante

Washington, (AP).- Con su nombre grabado en la historia como el primer presidente de color de Estados Unidos, Barack Obama pasa ahora de la celebración de la victoria al desafío de conducir a la nación más poderosa del mundo en medio de una crisis económica, dos guerras inconclusas y la incertidumbre global.

El camino por delante será largo. El ascenso será empinado», advirtió Obama en su primer discurso como presidente electo.

Joven y carismático, pero con poca experiencia a nivel nacional, Obama se coló por entre las barreras raciales y derrotó fácilmente a su rival republicano John McCain para convertirse en el primer afroestadounidense en ganar la Casa Blanca y el 44 presidente del país. También se convirtió en el primer demócrata en recibir más de 50% del voto popular desde Jimmy Carter en 1976.

Obama disfrutó el miércoles de un día familiar en su ciudad natal de Chicago después de una noche eléctrica de celebraciones, coronada con su mítin triunfal con 125.000 entusiastas partidarios en Chicago y manifestaciones de alegría popular en el país. El presidente electo despidió a sus dos hijas a la escuela, un placer familiar que se le había negado en casi dos años de viajes casi ininterrumpidos, y después hizo ejercicios.

A 76 días de su asunción, los jefes de inteligencia se disponían a darle a partir del jueves informes diarios con las informaciones críticas para la seguridad nacional, y el flamante presidente electo anunció que ofrecerá su primera sesión informativa a la prensa el jueves. Mientras tanto se movilizaba para formar su equipo de trabajo en la Casa Blanca y escoger a los miembros de su gabinete.

Funcionarios demócratas dijeron que Obama pedirá al representante Rahm Emanuel, de Illinois, ex asesor político del presidente Bill Clinton, que sea su jefe de gabinete. Se anticipaba además que John Podestá, que ejerció ese cargo, se sumará al asesor de Obama en el Senado, Pete Rouse, y a la asesora de su campaña Valerie Jarrett para encabezar el equipo de transición.

El presidente George W. Bush prometió «completa cooperación» en la transición y calificó la victoria de Obama como «un triunfo de la historia americana».

Al enumerar la larga lista de problemas que hereda en su decisiva victoria sobre el republicano John McCain _dos guerras y «la peor crisis financiera en un siglo», entre otras_, Obama intentó enfriar las entusiastas expectativas de sus partidarios el martes a la medianoche mientras hacía apasionados llamamientos a la unidad nacional.

«Puede que no lo logremos en un año o aun en un período», dijo. «Pero nunca he tenido mayor confianza que esta noche de que lo lograremos. Les prometo que como pueblo lo haremos».

Para ello contará con mayorías reforzadas en ambas cámaras del Congreso. Cuando Obama asuma la presidencia el 20 de enero con el senador Joe Biden, de Delaware, como su vicepresidente, los demócratas controlarán tanto la Casa Blanca como el Congreso por primera vez desde 1994.

Con el recuento de la mayoría de los puestos de votación, Obama conseguía el 52,3% del voto popular contra el 46,4% para McCain. Pero el recuento en el Colegio Electoral era mucho más rotundo: 349 delegados para Obama contra 147 para McCain, con tres estados todavía por decidirse: Carolina del Norte, Georgia y Misurí.

Obama traspuso una puerta abierta hace 145 años, cuando Abraham Lincoln, otro político de Illinois, concedió la libertad a los esclavos afroamericanos en medio de una sangrienta guerra civil.

«Ha pasado mucho tiempo pero esta noche, debido a lo que hicimos este día, en esta elección, en este momento definitorio, el cambio ha llegado a Estados Unidos», dijo Obama durante una celebración de la victoria ante unas 125.000 personas apiñadas en el Parque Grant de Chicago.

Obama y su partido se anotaron una victoria que volvió a dibujar el mapa político del país. El senador por Illinois, de 47 años, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, ganó en estados que antes acostumbraban votar por los republicanos en elecciones presidenciales, como Indiana y Virginia, que no habían apoyado a un candidato demócrata en 44 años. Ohio y Florida, claves para las dos victorias del presidente saliente Bush, también respaldaron a Obama, como lo hizo Pensilvania, que McCain había considerado crucial para sus esperanzas electorales.

Obama asumirá la presidencia el 20 de enero, 43 años después de que se sancionó una ley que anulaba una serie de requisitos que en la práctica impedían votar a los negros en muchos estados sureños. 

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