Obama pide apoyar a clase media en mensaje sobre estado de nación

Obama pide apoyar a clase media en mensaje sobre estado de nación

WASHINGTO, (AP).-  Al declarar que el sueño americano está en riesgo, el presidente Barack Obama clamó el martes por una abundante ayuda para la lastimada clase media y planteó un impuesto mayor para los millonarios al presentar su mensaje sobre el Estado de la Nación que también rebosó en asuntos relacionados con la búsqueda de su reelección.

Restablecer las oportunidades justas para todos, expuso Obama, es «la cuestión decisiva de nuestro tiempo». Obama ofreció una visión para solucionar los problemas de Estados Unidos que fue muy diferente a la exigida por los republicanos, que le disputan el Congreso y su cargo en las elecciones de noviembre.

El presidente abogó por un gobierno activo que le ofrezca justicia económica a todos, mientras sus opositores demandan que el gobierno ceda espacio y deje que rija el libre mercado. Obama ofreció medidas de asistencia para que los estudiantes puedan solventarse los estudios universitarios, un plan para que más propietarios de vivienda refinancien su deuda y una reducción fiscal para el sector de la manufactura.

 Formuló algunas referencias políticamente atractivas a la responsabilidad, e incluso advirtió a universidades que perderán la ayuda federal si continúan aumentando el costo de la matrícula. Ante un Congreso dividido, con sombrías esperanzas en su agenda legislativa en este año electoral, Obama habló con los electores en mente.

«Podemos, ya sea, conformarnos con un país donde un número reducido de personas esté muy bien, mientras un número cada vez mayor de estadounidenses apenas sobreviva», dijo Obama. «O podemos restablecer una economía en que todos tengan una oportunidad justa, todos hagan la parte que les corresponde y todos se rijan con el mismo conjunto de reglas». Al principio surgió un raro aliento de unidad en el recinto de la Cámara de Representantes. La representante demócrata Gabrielle Giffords, que hace un año sobrevivió a un intento de asesinato, recibió un prolongado aplauso de sus colegas y abrazos de muchos. Obama también la abrazó mientras se dirigía a la tribuna. Los legisladores se apresuraron a ponerse de pie cuando Obama dijo casi al comienzo de su discurso que el líder terrorista Osama bin Laden, muerto en una operación autorizada por el presidente, ya no amenazará a Estados Unidos. Obama colocó en el eje de su mensaje el propósito de mejorar la economía sumida en problemas; un asunto que todavía genera ansiedad entre los estadounidenses y que podría determinar a la próxima presidencia.

«El estado de nuestra nación se está fortaleciendo», aseguró Obama, calibrando sus palabras pues millones de personas carecen de empleo. Implícito en su declaración de que el sueño americano está «a nuestro alcance» fue el reconocimiento de que, después de tres años de su presidencia, el país no lo alcanza todavía. Propuso restaurar los objetivos básicos: poseer una casa, ganar lo suficiente para mantener una familia, apartar un poco de dinero para el retiro. «Podemos hacer esto», dijo Obama. «Sé que podemos».

En un embate característico sobre la desigualdad creciente en el ingreso en el país, Obama planteó una nueva tasa fiscal mínima de al menos 30% a todos los que ganen más de un millón de dólares al año. Muchos millonarios —incluido uno de sus principales adversarios: el republicano Mitt Romney— pagan un tasa menor debido a que obtienen el grueso de sus ingresos mediante inversiones, que son gravadas con una cifra menor.

«Ya pueden llamarle a esto una lucha de clases todo lo que quieran», expresó Obama en respuesta a una crítica frecuente de los aspirantes presidenciales del Partido Republicano. «Pero ¿pedirle a un multimillonario que pague menos que su secretaria en impuestos? La mayoría de los estadounidenses diría que eso es sentido común».

Obama lo llamó la «regla Buffett», en honor del multimillonario Warren Buffett quien considera injusto que pague una tasa fiscal menor que su secretaria. Para enfatizar este aspecto, la secretaria de Buffett, Debbie Bosanek, asistió al mensaje en el palco de la primera dama, Michelle Obama.

El mandatario destacó cada propuesta con la idea de que el trabajo arduo y la responsabilidad siguen redituando. Estaba dirigiéndose a los electores independientes que le ayudaron a sellar su elección en 2008 y a las masas frustradas en una nación pesimista sobre su rumbo.

En una defensa nacionalista del poderío y de la influencia estadounidenses en el exterior, Obama afirmó que Estados Unidos salvaguardará su propia seguridad «contra quienes amenacen a nuestros ciudadanos, a nuestros amigos y a nuestros intereses». Sobre Irán, dijo que —aunque todas las opciones están disponibles para impedir que Teherán tenga un arma nuclear— «una solución pacífica de este asunto es todavía posible».

Mientras el Congreso tiene una baja aprobación entre los estadounidenses, Obama buscó una meta fácil al pedir reformas para evitar que los legisladores usen ilícitamente la información privilegiada y que estén sometidos a las mismas reglas que el poder ejecutivo sobre el conflicto de intereses.

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