WASHINGTON.  AFP.  Liberalizar las remesas y los viajes a Cuba de los cubano-estadounidenses podrían ser las dos primeras medidas que adopte el presidente electo Barack Obama para iniciar una  política con La Habana, sin despertar resquemores entre la poderosa comunidad cubana de Miami.

 Obama prometió en varias ocasiones a lo largo de 2008 que levantaría «inmediatamente» esas restricciones si llegaba al poder.

 Pero en cuanto al embargo y las sanciones, el presidente electo descartó levantarlas, como un arma para seguir ejerciendo presión.  «La ley Helms-Burton estipula que no podrá haber cambios en la política hacia Cuba mientras sigan en el poder Fidel o Raúl Castro», recuerda Daniel Erikson, un experto del Diálogo Interamericano, en alusión al texto legal aprobado en 1996, precisamente por el último presidente demócrata, Bill Clinton.  «El embargo es algo definido por ley; se debería cambiar la legislación», algo que podría poner en verdaderas dificultades al presidente, añade Peter DeShazo, director del Programa América del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales.

 El actual mandatario George W. Bush decidió en junio de 2004 restringir las categorías de familiares que pueden recibir en Cuba remesas enviadas desde EU, reducir la posibilidad de viajar de los cubano-estadounidenses a la isla (un viaje cada tres años) y limitar a 50 dólares diarios la cantidad de dinero que pueden gastar durante su estancia.

  A falta de cifras  cubanas, las remesas representan  centenares de millones de dólares al año para los ciudadanos de la isla.  «Sacar a Cuba de la lista de países terroristas podría ser otra de las iniciativas, considera Archibald Ritter, profesor de la escuela Norman Patterson de Asuntos Internacionales de Ottawa.

La frase

Raúl Castro

Podemos negociar. EU está protegido por las mismas leyes comerciales cubanas que cualquier otro país»

Daniel Erikson

La ley Helms-Burton estipula que no podrá haber cambios en la política hacia Cuba”.