Turquía — El presidente Barack Obama rechazó el lunes enérgicamente las exigencias para que Estados Unidos cambie su estrategia en el combate al grupo Estado Islámico tras los ataques en París y dijo que los republicanos que pretenden el envío de efectivos terrestres a la conflictiva región “hablan en un tono severo” sin comprender las posibles consecuencias graves de una acción de ese tipo.
“Estas personas quieren saltar y opinar sobre lo que harían”, dijo Obama en una conferencia de prensa al término de una cumbre de gobernantes mundiales que duró dos días en Turquía. “Si ellos creen que, de alguna forma, sus asesores son mejores que el presidente de mi Estado Mayor Conjunto y que las personas que están en el terreno, me gustaría reunirme con ellos y tener este debate”.
En un reproche incisivo, el mandatario condenó a los republicanos que han sugerido que Estados Unidos debe enfocar su asistencia a los refugiados que huyen de Medio Oriente en aquellos que sean cristianos y no en los musulmanes.
Los precandidatos republicanos a la presidencia, Jeb Bush y Ted Cruz, hicieron esa propuesta en tanto que algunos gobernadores republicanos pretenden impedir el ingreso a sus estados de todos los refugiados sirios. “Es vergonzoso”, dijo.
“Eso no es estadounidense. No somos así”. El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, dijo que las declaraciones de Obama eran “defensivas y llenas de excusas”.
Incluso antes de los ataques en París, Obama afrontaba las exigencias de sus aliados y su propio gobierno de que sean tangibles los avances en la campaña militar contra el Estado Islámico.
Los recientes atentados en el corazón de Europa Occidental corresponden a un patrón preocupante que muestra un viraje del grupo Estado Islámico hacia objetivos ubicados en el exterior de sus territorios de acción en Irak y Siria. Obama admitió que los ataques en Francia constituyeron un “golpe terrible y repugnante” en la campaña contra el Estado Islámico.
Sin embargo, Obama insistió en que su estrategia de construir una coalición internacional que lance ataques aéreos, al tiempo de adiestrar y equipar a las fuerzas más moderadas en la zona de conflicto es el mejor enfoque. “La estrategia que hemos aplicado habrá de funcionar en última instancia”, dijo Obama. “Tomará tiempo”.
El presidente ha desplegado a más de 3.000 efectivos estadounidenses en Irak para que asistan a los estamentos de seguridad locales, y recientemente anunció planes para enviar 50 elementos de fuerzas de operaciones especiales a Siria.
Sin embargo, se comprometió a evitar acciones de combate terrestre de gran escala como aquéllas en las que participaron los efectivos estadounidenses durante varios años en Irak y Afganistán.