Washington.– El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá este martes en la Casa Blanca a su homólogo francés, François Hollande, con recelos sobre el rol de Rusia en la lucha global contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) por el apoyo de Moscú al régimen del mandatario sirio, Bachar Al Asad.
La visita a Washington se enmarca dentro de los esfuerzos diplomáticos que ha puesto en marcha Hollande tras los atentados del 13 de noviembre en París, en los que murieron al menos 130 personas, para tratar de crear una coalición de países lo más amplia y fuerte posible contra el EI.
Pero EE.UU. tiene dudas de poder cooperar de manera eficaz con Rusia, país al que hoy el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, volvió a acusar de seguir “socavando” los esfuerzos para alcanzar una solución política a la guerra en Siria con sus acciones militares contra grupos opositores a Asad.
Según Earnest, hasta ahora Rusia no ha mostrado estar preparada para “centrar sus esfuerzos” en Siria en el combate al EI. En la misma línea, el propio Obama dijo este domingo en una conferencia de prensa desde Kuala Lumpur (Malasia) que, en este momento, todavía no sabe si Rusia “puede hacer los ajustes estratégicos” para ser un “socio eficaz” de EE.UU. en la lucha contra los yihadistas.
Mientras, desde Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde se encuentra hoy de visita oficial, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, admitió a los periodistas que una mayor cooperación con Rusia puede no sentar bien a los opositores “que han estado luchando contra Asad durante cuatro años” y eso complicaría aún más el panorama en Siria. En una entrevista con la cadena NBC, Kerry dijo también que el combate contra el EI “tiene que acelerarse” porque el grupo yihadista no se está debilitando “lo suficientemente rápido”, pero aseguró que acabará siendo derrotado porque, a su juicio, no es un reto inabarcable.
Desde los atentados de París, Obama ha defendido su estrategia para combatir al EI, convencido de que dará resultados a largo plazo, y ha descartado de nuevo una intervención militar en Siria al estilo de las guerras de Irak y Afganistán.
La estrategia actual contra el EI “será la que al final servirá, pero tomará su tiempo”, enfatizó el mandatario la semana pasada al detallar que, en el frente militar, EE.UU. continuará “acelerando» lo que ya está haciendo y “buscando nuevos socios». Pero las críticas a esa estrategia ya no llegan solamente desde la oposición republicana.
Este fin de semana han sorprendido las declaraciones de la senadora demócrata Dianne Feinstein, que forma parte del Comité de Inteligencia del Senado y comentó a la cadena CBS que no cree que el plan de Obama sea “suficiente” para derrotar al EI.
En la misma línea, Leon Panetta, exsecretario de Defensa de Obama, indicó en la cadena NBC que los “recursos” destinados a la campaña militar contra el EI “no están siendo suficientes”, y subrayó que EE.UU. “debe liderar” la lucha global para derrotar a los yihadistas.
Además, un sondeo de CBS divulgado hoy muestra que únicamente un 23 % de los estadounidenses considera que Obama tiene un plan “claro” contra el EI, frente al 66 % que opina lo contrario. Esa encuesta revela, por otro lado, que un 50 % de los estadounidenses está ahora a favor de enviar tropas a Irak y Siria para combatir sobre el terreno contra los yihadistas.
En respuesta a las críticas de Panetta y Feinstein, Earnest remarcó hoy en su rueda de prensa diaria que EE.UU. está haciendo “contribuciones significativas” dentro de la coalición de 65 países que lidera contra el EI, y que eso es “un testimonio” de la “prioridad” que da Obama al asunto.
El portavoz recordó que EE.UU. sigue colaborando en la investigación de los atentados de París y reiteró que los socios europeos pueden hacer “más” en lo que se refiere a compartir información de inteligencia entre ellos y con Estados Unidos.
Por otro lado, el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, se reunió hoy en Washington con representantes diplomáticos de los 65 países que integran la coalición contra el EI para examinar los “progresos” alcanzados y cómo “redoblar y expandir” los esfuerzos, según informó el Departamento de Estado en un comunicado.