Washington, (AP).- Después de dedicar el primer mes de su presidencia al caos económico que heredó, Barack Obama comienza ahora a desarrollar su programa más amplio con una reunión cumbre sobre política fiscal, su primer discurso al Congreso y el anuncio de su presupuesto para el 2010.

La semana venidera señalará una transición decisiva de lo que Obama se sintió obligado a hacer a lo que desea hacer. También podría poner a prueba cuántos gastos, cambios y ambiciones pueden absorber el pueblo estadounidense y sus mandatarios en corto tiempo.

El lunes, Obama tratará de volver a encauzar a Washington en la moderación del gasto público, días después de firmar un plan de gastos récord para estimular la moribunda economía. Su «cumbre sobre responsabilidad fiscal» en la Casa Blanca seguramente provocará chispas.

Preocupa a los sectores de centroizquierda que la renovada atención en los déficit a largo plazo paralizará su agenda, que creen no debería verse obstaculizada debido a las transgresiones de los bancos, prestamistas hipotecarios y fabricantes de automotores. Algunos temen que el sistema de seguridad social está injustamente acoplado con los problemas financieros más serios del seguro médico Medicare, y están dispuestos a oponerse a cualquier indicio de reducir los beneficios jubilatorios.

La derecha teme que los demócratas en el Congreso confirmen su reputación de manirrotos que ignoran los llamamientos a la moderación, aumentando el ya enorme déficit.

El debate resuena, si bien menos públicamente, en la Casa Blanca.

El núcleo del equipo económico de Obama _el secretario del tesoro Timothy Geithner y el asesor económico Lawrence Summers_ son economistas alarmados por el déficit. Ahora son piezas centrales en la pulseada entre el gobierno y el Congreso acerca de la gran visión de Obama y el pragmatismo fiscal de su equipo.

Quizás una cuestión mayor es cuánta energía y credulidad quedan en un mundo político conmovido por los planes costosísimos para apuntalar Wall Street, la industria de la vivienda y los fabricantes de automotores.

«Si te presentas ante el país con cientos de miles de millones (de dólares) de estímulo fiscal, y cientos de miles de millones de rescate al sector financiero, y ahora más para las hipotecas y para la industria automotriz, se les hace muy difícil decir ‘Y ahora para mi verdadero programa: expansión del cuidado de la salud por cientos de miles de millones de dólares», dijo Robert Bixby, director ejecutivo del grupo extrapartidista Concord Coalition.

Esta semana, Obama describirá muchos de sus planes ante una sesión conjunta del congreso el martes por la noche y dos días después presentará los fundamentos de su presupuesto para el 2010.