Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, urgirá hoy a “restaurar” la histórica Ley de Derecho al Voto, promulgada hace exactamente medio siglo y una de cuyas piezas fundamentales fue invalidada en 2013 por el Tribunal Supremo.
Según la Casa Blanca, Obama participará en una videoconferencia con ciudadanos de todo el país para conmemorar el 50 aniversario de la ley, firmada el 6 de agosto de 1965 por el entonces presidente Lyndon B. Johnson y que eliminó trabas a la participación electoral de los negros.
Obama estará acompañado, entre otros, por la fiscal general del país, Loretta Lynch, y el congresista demócrata John Lewis, histórico activista del movimiento por los derechos civiles de los negros.
Además de subrayar “la importancia de la restauración” de la histórica ley, Obama aprovechará también la videoconferencia para “alentar” a los estadounidenses a participar en el Día Nacional de Registro de Votantes el próximo 22 de septiembre, de acuerdo con la Casa Blanca.
En junio de 2013, el Tribunal Supremo de EE.UU. invalidó una parte clave de la histórica ley y estableció que corresponde al Congreso diseñar una “nueva fórmula” para evitar la discriminación en el ejercicio del derecho al voto.
El fallo del Supremo invalidó la sección de la ley que obligaba a algunos estados y partes de otros considerados de “tradición discriminatoria” a recibir permiso del Gobierno antes de llevar a cabo cualquier modificación electoral.
Desde entonces, como recuerda hoy en un editorial el diario The New York Times, “nuevas restricciones” al derecho al voto están en vigor en unos 15 estados, entre ellos varios considerados cruciales para las elecciones presidenciales de 2016 como Ohio, Wisconsin y Virginia.
En las elecciones legislativas de 2014, las primeras tras el fallo del Supremo sobre la ley, “miles” de personas se quedaron sin votar por las restricciones impuestas en estados como Carolina del Norte y Texas.
Precisamente, este miércoles el Tribunal de Apelaciones del Circuito Quinto falló en contra de la estricta ley de identificación del votante de Texas, al considerar que “discrimina” a las minorías, aunque la norma seguirá vigente.
La ley de identificación del votante de Texas exige a los ciudadanos un documento oficial con una fotografía y expedido por el estado para poder ejercer el derecho a voto, como la licencia de conducir, el pasaporte o el permiso para portar armas.
Esta normativa, recurrida por el Departamento de Justicia y grupos civiles, aparta de las urnas a más de 600.000 personas que no disponen de un documento de identificación con foto, la mayoría hispanos y afroamericanos.
En junio pasado, los demócratas presentaron un proyecto en el Congreso bautizado “Ley para Avanzar el Derecho al Voto” y destinado a evitar que los estados aprueben leyes discriminatorias dirigidas a restringir la participación electoral de las minorías.
En las elecciones de 2012, solo el 53,6 % de la población con derecho al voto en EE.UU. acudió a las urnas, el tercer peor dato de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, casi la mitad de los estadounidenses que podrían votar no lo hacen por no estar registrados.